Las cosas no están resultando viables para el prospecto de interinato Juan Guaidó. El presidente de los EEUU, Donald Trump, optó el pasado fin de semana por no asistir a una actividad en Miami en apoyo a Guaidó , aunque estuvo en dicha ciudad todo el fin de semana cerca en su centro turístico del sur de Florida. Guaidó fue simplemente ignorado por Trump.
Guiadó ignorado por Trump
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Stephanie Grisham, confirmó que Trump no asistiría al evento en el que Guaidó estuvo, desvaneciendo las esperanzas de Guaidó y sus asesores de que el líder estadounidense respaldaría de manera más frontal y poderosa a este individuo, al cual, pese a que aun formalmente lo reconoce como presidente interino, es evidente que ya no existe confianza ni en él, ni su entorno.
Trump estuvo en el sur de Florida hasta el domingo por la noche, cuando organizó una fiesta del Super Bowl.
La ausencia de Trump a actividad se entiende claramente como un desaire. Guaidó tampoco fue recibido como jefe de estado a su ingreso a territorio estadounidense. Las cosas cambian para Guaidó, en quien la administración Trump invirtió lobby y no pocas esperanzas para un derrocamiento pacífico del régimen socialista de Maduro.
Trump relajado y sin mirar a otra parte
Trump pasó gran parte del sábado en su Trump National Doral Golf Club, cerca de Mar-a-Lago, y tuiteó una foto suya jugando golf. Regresó a Mar-a-Lago antes sobre las 3 p.m.
De resto, Guaidó fue simplemente ignorado por Trump.
Getting a little exercise this morning! pic.twitter.com/fyAAcbhbgk
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) February 1, 2020
Mientras tanto Guaidó tuvo su actividad sin pena ni gloria. Guaidó, ya se había reunido con el secretario de Estado Mike Pompeo y la hija y asesora de Trump, Ivanka Trump en días previos.
Trump parece menos comprometido con la crisis política y económica venezolana, y su evidente y no menos comprensible falta de respaldo a Guaidó debilita más la imagen de éste en casa, donde se ha enfrentado a una población cada vez más frustrada por la incapacidad suya y de la oposición de cumplir rápidamente su promesa de obligar a Maduro a salir, y pretender ahora encaminar al país a elecciones con Maduro en el poder.
Guaidó el incongruente
Guaidó salió de Venezuela hacia Colombia hace dos semanas, y desde entonces hizo un costoso viaje que lo llevó a reunirse con el presidente colombiano Iván Duque, el primer ministro británico Boris Johnson y el presidente francés Emmanuel Macron, así como el primer ministro canadiense, Justin Trudeau.
Fue justo durante su estancia en Canadá y tras su reunión con Trudeau, que surgió una de las situaciones más molestas para muchos. Ante la iniciativa de Trudeau de “mediar” con el régimen cubano para “hallar una solución” a la crisis venezolana, Guaidó expresó estar de acuerdo y consideró a Cuba como parte de una solución.
Esto causó una oleada de rechazo masivo hacia Guaidó, quien obvió que el régimen cubano es el principal causante y promotor del desastre que atraviesa Venezuela, y pretender hacerlo “parte de una solución” es inaceptable desde todo punto de vista.
Tras semejante despropósito, Guaidó siguió hacia los EEUU, donde ya era evidente el disgusto hacia él, y ya conocemos lo que ocurrió y cómo fue tratado.
Pesan sobre Guaidó y sus colaboradores muchas señales de tráfico de influencias, y sonados escándalos de corrupción con la ayuda humanitaria, así como manejos deshonrosos por parte de cercanos colaboradores, lo cual aunado a la absoluta falta de eficacia y coherencia en su accionar, ha mellado de manera irreparable la confianza que en él depositó inicialmente mucha gente en Venezuela.
Gira sin resultados
La gira de Guaidó no dio resultados significativos y concretos, tanto en más sanciones por parte de los gobiernos europeos, como en lograr el pretendido “cese de la usurpación” de Maduro, quien aparece más tranquilo y consolidado que hace un año, por ahora.
Por su parte Maduro dice que todavía tiene el control de Venezuela y está listo para conversaciones directas con Estados Unidos.
Tal vez el único “logro”, si así pudiera llamársele, de Guaidó con esa gira, fue poner el tema venezolano en la agenda internacional nuevamente, así fuera por unos días.
Sin embargo, como señala el Washington Post, su gira fue más simbólica que cualquier otra cosa, y su fuerza para luchar contra Maduro continuará erosionándose sin un cambio de juego en las próximas semanas y meses.
Maduro “gana, por ahora”
Maduro, por otro lado, se muestra a sí mismo como estable y victorioso. Su estrategia este año luce evidente; seguir ganando tiempo, “dividir” a la oposición – que en realidad es una oposición confeccionada a su medida – y convencer al mundo de que la estrategia de Guaidó respaldada por Estados Unidos fracasó.
Maduro sin embargo erradamente calcularía que con eso, podría lograr que potencias extranjeras, especialmente Estados Unidos, negocien con él sin exigir elecciones libres o su salida como requisito previo.
No sólo está equivocado en esa posibilidad, sino que además estaría pensando también erradamente, que la presión ha disminuido en Venezuela con una aparente economía en recuperación, cuando en realidad está atravesando un efecto burbuja con inyección de divisas de dudosa procedencia, y sin reactivación productiva local.
Sin embargo, por lo pronto lo cierto es que Guaidó fue simplemente ignorado por Trump.
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