El octavo episodio de House of the Dragon llamado “The Lord of Tides” nos
trajo un reino que está a punto de cambiar con la muerte del único muro de
contención que quedaba en pie, el Rey Viserys Targaryen.
Octavo episodio House of the Dragon
El episodio 8 estuvo lleno de simbolismos que marcaron el fin de una era de
“tranquilidad” para dar paso a la verdadera lucha por el Trono de Hierro.
La casa Velaryon busca un nuevo amo para Driftmark
Lord Corlys Velaryon, amo de Driftmark, resultó gravemente herido en las
revueltas que retomó la Triarquía, según se informó, su cuello fue cortado
por un pirata.
Corlys Velaryon se encuentra aún con vida pero su estado es muy crítico.
Los cuervos habían sido enviados para informar a su esposa, la princesa
Rhaenys Velaryon sobre su condición. Corlys tenía seis años ausente de
Driftmark ya que se trasladó al campo de batalla a tratar de aplastar la
rebelión.
Vaemond Velaryon vio la ausencia y la gravedad de su hermano como una
oportunidad para hacerse de Driftmark.
Recodemos que lo último que dijo Lord Corlys sobre la sucesión fue que
Lucerys, el hijo de Rhaenyra, sería su heredero. Rhaenys en cambio quería
que considerara a las hijas de Laena, Rhaena y Baela, para el puesto, pero
Lord Corlys se negó rotundamente.
Pero Vaemond pensó que podría tomar el puesto de su hermano
porque considera que los hijos de Rhaenyra no llevan la sangre Velaryon, lo cual es cierto por demás.
La posición de Vaemond fue tan radical que el asunto de la sucesión de
Driftmark tuvo que llevarse hasta King’s Landing.
Para nadie es un secreto que pensó que podría encontrar apoyo en Otto
Hightower y la reina Alicent, que tomaban decisiones en nombre del Rey.
Alicent enfrenta una dura realidad decepcionante con su hijo Aegon
Desde niña, Alicent fue alguien con un alto sentido de la moral y la ética,
siempre procuró no manchar su reputación y era devota de la Fe de los
Siete, era una mujer piadosa y sumisa.
Al pasar de los años algunas circunstancias la empujaron a cambiar, pero
muy dentro de ella aún se niega a abandonar por completo su moral.
Su hijo Aegon se fue convirtiendo ante sus ojos en un degenerado del más
alto nivel, para decepción y vergüenza de Alicent que pensó que su hijo
podría pelear con su hermana mayor el Trono de Hierro.
Pero a Aegon jamás le importó ser Rey, solo quiere vivir una vida de lujos,
excesos y sexo, esto lo llevó a violar a una joven criada.
Alicent se entera y habla con la chica, la conforta y le da el famoso té
para evitar consecuencias, también le pide que no comente el incidente con
nadie.
Indignada confronta a Aegon y este minimiza sus actos con la excusa
que solo se estaba divirtiendo.
Alicent se decepciona de su hijo y siente que no tiene sentido todo lo que
ha hecho por el, para procurar que tenga la posibilidad de ser escogido
como Rey.
Lucerys Velaryon es nombrado heredero de Driftmark
La princesa Rhaenyra sabía que la suerte no estaba de su lado, intuía que
Otto favorecería a Vaemond para dirigir Driftmark.
Desde siempre supo que la legitimidad de sus hijos sería cuestionada en los
tribunales.
El Rey Viserys ya se encontraba muy delicado de salud y había quedado
postrado en cama, Alicent y Otto lo mantuvieron a base de leche de amapola,
que no solo le calmaba el dolor; sino que también lo dejaba dopado la mayor
parte del tiempo.
La visita de Daemon y Rhaenyra a Viserys fue muy dura, ambos hicieron un
esfuerzo muy grande para no mostrar su dolor al verlo en tan deplorable
condición.
Rhaenyra le pidió que la apoyara a ella y a sus hijos, casi sin esperanzas
por su condición de salud.
Rhaenyra habló con Rhaenys intentando ganar una aliada, le ofrece casar a
sus hijos con las hijas de Laena y Daemon si apoyaba el reclamo de Lucerys
al trono de Driftmark.
Pero Rhaenys en un primer momento no estuvo de acuerdo, dolida con Rahenyra por la “muerte” de su hijo Leanor, fue evasiva, y ésta casi da por perdidas todas sus esperanzas.
El Rey Viserys muestra de que está hecho un Targaryen
En un último esfuerzo, el Rey Viserys hace su entrada cuando están reunidos
en la corte discutiendo el destino de Driftmark, en un ambiente de gran tensión.
El Rey había rechazado la medicina porque deseaba estar lúcido para ir a
apoyar a su hija; la cruel enfermedad dejó su cuerpo hecho trizas pero su
espíritu tenía la fuerza de mil dragones Targaryen.
Se abren las puertas y para sorpresa de todos el Rey Viserys hace su
entrada caminando con dificultad y dolor, solo ayudado por un bastón,
mientras van mencionando sus títulos.
Casi sin equilibrio logró llegar al Trono de Hierro con la única ayuda que
permitió, la de su hermano Daemon, quien se mostró conmovido por el
esfuerzo sobrehumano que hizo Viserys por su familia.
Viserys ocupó su lugar y le dijo a Otto Hightower que él se haría cargo de las cosas.
Por última vez, el Rey mas soñador y pacifista de la historia de Westeros se
sentó en el Trono de Hierro.
Rhaenys al ver que Rhaenyra contaba con el apoyo de su padre también apoyó
la candidatura de Lucerys y aceptó la oferta de Rhaenyra públicamente.
Viserys nombró a Lucerys Velaryon, hijo de Rhaenyra y “Laenor”, como
heredero al trono de Driftmark.
Vaemond se llenó de ira y dijo que el Rey fue parcial y emitió un juicio
injusto, y gritó que los hijos de Rhaenyra eran ilegítimos y que esta era
una prostituta.
Viserys se levanta hirviendo de la indignación e intenta sacar su daga para cortarle la lengua, pero Daemon se adelantó y en un solo movimiento le cortó la cabeza a Ser Vaemond Velaryon con su espada, poniendo fin al conflicto.
La última cena
Luego de estar en la corte, todos complacieron a Viserys en una última cena
familiar, en donde intentaron hacerle ver que las cosas se iban a arreglar.
Rhaenyra agradeció a Alicent por haber cuidado devotamente de su padre
todos esos años.
Alicent por su parte le agradeció el gesto diciendo que sería una buena
reina.
Ambas se mostraron sinceras en sus deseos, Alicent tal vez entendió que su
hijo Aegon era un caso perdido, y había aceptado que Rhaenyra merecía el
título de Reina.
Aunque los mayores sintieron que esto era lo indicado, los más jóvenes ya
estaban corrompidos por el el conflicto que trae consigo el poder.
Los hijos de Rhaenyra y los hijos de Alicent ya tienen una rencilla de
vieja data, y Aemond no cesó de humillar a su sobrinos, solo paró cuando
Daemon se interpuso, y solo porque sabe que su tío es capaz de todo, le
teme y respeta.
La profecía de Aegon
Un Viserys confundido y extenuado yace en su cama y es visitado por
Alicent, esta le da su medicina y el Rey comienza a hablar acerca de la
profecía de Aegon.
Pero Viserys está pensando que habla con Rhaenyra y le cuenta sobre el
sueño de Aegon el Conquistador.
Dijo que creía en la profecía de Aegon, y que cuando llegue el momento, un
Rey o una Reina Targaryen unirá el reino contra la oscuridad que vendrá en
el norte. Aunque Viserys se refería a Aegon I Targaryen, Alicent pensó que
hablaba de su hijo, Aegon II. Al desconocer la profecía ella la tomó
literal. Esta revelación cambiará sus motivaciones por completo y desencadenará la guerra civil.
Su personalidad obediente se va a reforzar cuando crea que tiene que hacer
realidad el último deseo de Viserys.
Y así termina el octavo episodio de House of the Dragon, con un épico
malentendido que provocará una de las más crueles tragedias para tratar de
acceder al poder a toda costa.
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Séptimo episodio de House of the Dragon