La real politk o pragmatismo es una constante en las relaciones internacionales. Y estando en circunstancias excepcionales como un escenario bélico, las medidas pragmáticas se imponen como necesidad incuestionable. Esto es lo que está por ocurrir en torno al petróleo venezolano y el mercado energético europeo.
Este lunes se pudo conocer que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, llamó en la Cumbre del G7 en Elmau, Alemania, a la diversificación de las fuentes de abastecimiento de petróleo, mencionando a Venezuela e Irán, países sobre los que recaen sanciones de Estados Unidos desde hace años.
Los actores del mercado energético y geopolítico de los países de Occidente están convocados por las circunstancias especiales de una Europa que enfrenta un escenario de guerra desde febrero en Ucrania, y cuyas consecuencias han obligado a replantear la arquitectura de defensa de la región, además de las vías de acceso a recursos energéticos confiables.
En concreto Francia pide que Venezuela e Irán regresen al mercado petrolero para frenar alza de precios del crudo.
La compra de petróleo venezolano e iraní permitiría frenar el alza de precios en los mercados internacionales. A mayor oferta, el precio bajará.
“El petróleo venezolano también debe poder volver al mercado”, manifestó la presidencia francesa, haciendo votos porque los países productores “bombeen más de forma excepcional”.
Este tema supone un acuerdo con Estados Unidos principalmente, sin embargo esa posible reanudación de comercio energético será muy conveniente para Venezuela.
La declaración de la oficina de la presidencia francesa ocurre a pocos días de que Estados Unidos autorizara el envío de un cargamento de petróleo venezolano a las empresas Eni, de Italia, y Repsol, de España.
La reanudación de compra de crudo venezolano por clientes tradicionales como Francia ayudaría a aliviar la situación energética de Europa por la invasión de Rusia a Ucrania, que derivó en sanciones y vetos a toda clase de productos rusos.
No obstante esta posibilidad se enfrenta a la realidad local venezolana, donde el precario estado de las refinerías y la estampida de personal calificado hacen cuesta arriba para el régimen de Maduro poder atender satisfactoriamente al mercado tradicional. A duras penas ha podido atender el mercado local y los accidentes en las refinerías son frecuentes. Aunque esta situación podría encontrar solución a mediano plazo.
Lo cierto es que los movimientos de Estados Unidos con Irán y Venezuela estos días asoman que decisiones pragmáticas están por tomarse.
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