El noveno episodio de House of the Dragon, llamado “The Green Council” nos trajo los acontecimientos inmediatos que se dieron luego de la muerte del rey Viserys “El Pacifico”.
Noveno episodio House of the Dragon
La muerte del rey Viserys marcó el fin de una era de paz en King’s Landing. La Fortaleza Roja nunca más volverá a ser la misma.
La reina Alicent es avisada de la muerte de su esposo, noticia que la entristece profundamente pero apenas tiene tiempo de derramar algunas lágrimas.
La prioridad de Alicent, luego de malinterpretar las últimas palabras de Viserys, es asegurar que su hijo, Aegon, sea coronado como rey. Por este motivo acude a su padre Otto Hightower.
Otto da la orden de encerrar a la servidumbre y a todos aquellos que considera que no deben enterarse aún de la noticia, incluida la prima de Viserys, la princesa Rhaenys.
La Reina y la Mano convocan al Pequeño Consejo
Alicent y su padre Otto convocan a una reunión urgente del Pequeño Consejo, donde informan de la muerte del Rey Viserys y su supuesta última voluntad.
Para sorpresa de Alicent, ya la mayoría de los miembros del Pequeño Consejo tenía un plan para imponer a Aegon como Rey, plan conspirado por Otto.
Lord Beesbury, Maestro de la Moneda no aceptó tal imposición, llamándola un robo, traición e incautación y los acusa de regicidas.
Ser Criston Cole se toma la atribución de aplastarle la cabeza a Beesbury contra la mesa causándole una muerte instantánea.
Al ver esto, el Lord Comandante Westerling saca su espada y le ordena a Cole que guarde la suya, este se niega pero Alicent le ordena que desista.
La reunión continúa y Otto dice que se le dará a Rhaenyra la oportunidad de hincarse ante Aegon. Alicent dice que Rhaenyra y Daemon jamás lo harían, y se da cuenta que el plan es asesinarlos.
Alicent dice que el Rey Viserys nunca lastimaría a su hija, se desespera y Otto toma el control y le pide al Lord Comandante Westerling que vaya a Dragonstone y lo haga rápido.
Westerling se niega, y dice que sólo recibe órdenes del rey y al no existir rey que obedecer, se quita la capa y renuncia.
Luego Otto convoca a los Lores y lady’s de cada casa, pero no para implorar apoyo para su nieto, sino para intimidarlos y obligarlos a hincarse ante Aegon y no ante la verdadera sucesora Rhaenyra.
Lord Caswell al ver la amenaza disimula, se hinca y da su apoyo a Aegon, solo para tratar de huir, pero Larys Strong lo delata y luego lo cuelgan por traición.
La búsqueda de Aegon
Tanto Alicent como Otto se dan a la tarea de buscar a Aegon; Ser Criston Cole se va con Aemond de parte de Alicent, y los hermanos gemelos Cargyll (Ser Erryk y Ser Arryk) van de parte de Otto.
En la búsqueda, los hermanos Cargyll entran a un antro que Aegon suele frecuentar, un ring de pelea de niños, donde Aegon apuesta.
Ahí Ser Erryk le enseña a su hermano a un niño rubio platinado y le dice que es uno de los muchos bastardos de Aegon.
Arryk está a favor de Aegon; Erryk en cambio lo siente ilegítimo para el cargo.
Una mujer los lleva al Gusano Blanco, que no es otro que Mysaria, quien ya sabe de la muerte del Rey porque la dama de compañía de Alicent le informó encendiendo una lámpara en su ventana.
Mysaria pide hablar con Otto Hightower directamente y le ofrece entregarle a Aegon a cambio de la promesa de acabar con las peleas clandestinas de niños.
Los gemelos Cargyll encuentran a Aegon aunque este intenta huir, pero Ser Criston Cole los enfrenta, le gana a los hermanos, se los arrebata y lo lleva ante Alicent.
La doble moral de Alicent Hightower
Lord Larys Strong, que ahora trabaja también para Otto Hightower, se encuentra con la reina en su habitación, para hacer lo que sabe hacer a la perfección, traicionar.
Larys le llevó a Alicent los secretos que guarda Otto a cambio de un poco de perversión, Alicent le permite ver sus pies descalzos y recibe cierta información importante. El fetiche enfermizo de Larys lo mostró masturbándose, en una escena que delató la verdadera doble moral de la reina.
Alicent una vez más es dominada por los hombres y no sabe decir no- A pesar de su conducta llena de moralismos, es una mujer capaz de hacer cosas reprochables en secreto.
Aunque en este episodio intenta enfrentarse a su padre, y no le importa pagar el costo con tal de poner a su hijo en el Trono de Hierro, pero a su manera.
Cuando Alicent va a informar a Rhaenys de la muerte de Viserys y pedir su apoyo para Aegon, la princesa de Driftmark le deja saber que está siendo utilizada.
Alicent insiste que las mujeres deben guiar a los hombres que gobiernan, para alejarlos de la violencia y llevarlos hacia la paz.
Rhaenys le pregunta: “¿no te imaginaste nunca en el Trono de Hierro?”, Alicent solo le contesta que la llame cuando tome una decisión.
La coronación de Aegon
Pasadas las primeras horas más cruciales después de la muerte de Viserys, Alicent Hightower “cumple con el último deseo del Rey”.
Pero antes Ser Erryk ayuda a Rhaenys a escapar, diciendo que no soporta la traición y la escolta fuera del castillo.
En el camino se muestran los ahorcados y una casa que parece ser el cuartel de Mysaria en llamas.
Pero no contaban con la marea de personas que estaban siendo llevadas a la Fortaleza Roja para revelar la muerte del Rey e inmediata coronación de Aegon II.
La princesa Rhaenys se pierde entre la multitud, pero logra entrar a la Fortaleza Roja y observa parte de la coronación.
Aegon, negado a ser Rey, va obligado por su madre a su destino, pero cuando comienza la ceremonia, el príncipe va cambiando de parecer al ver que todos están a sus pies.
Rhaenys mira esto y aprovecha que nadie la está buscando y huye hacia el Dragonpit, que se encuentra justo debajo del suelo y va en busca de su dragón.
Aegon mira a su madre, hermanos, abuelo y ve que todos le hacen una reverencia, y cuando los súbditos le aplauden, el “nuevo Rey” entra en éxtasis, saca su espada y la eleva al son de los gritos.
La ceremonia se ve interrumpida por un estruendo, y de pronto sale desde el suelo Meleys junto a su jinete la princesa Rhaenys.
Alicent aterrorizada decide enfrentarla, se pone delante de Aegon para protegerlo, la mira y cierra los ojos esperando la muerte, pero Rhaenys no dijo la palabra con la orden que todos esperábamos: Dracarys.
Tal vez porque no era su guerra directa, tal vez porque reconoció el valor de una madre, que como ella, sólo quería proteger a sus hijos. Rhaenys da la vuelta y huye en su dragón.
El episodio 9 nos mostró una Alicent determinada a cumplir lo que ella pensó era la última voluntad de Viserys, trató de imponerse para proteger a Rhaenyra, le ganó a su padre en los planes y logró coronar a su hijo.
De todas formas Aegon sería coronado, el Pequeño Consejo ya había tomado la decisión, pero Alicent logró hacerlo a su manera.
La próxima semana veremos el final de temporada de House of the Dragon, y se viene la revancha de la princesa Rhaenyra contra los verdes. Oficialmente ya comenzó la guerra civil por el Trono de Hierro.
Ver también:
Octavo episodio de House of the Dragon