Huelga de guionistas y actores de Hollywood paraliza la industria
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Huelga de guionistas y actores de Hollywood paraliza la industria

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La huelga de guionistas y actores de Hollywood se agudizó esta semana con la incorporación del sindicato de intérpretes (SAG-AFTRA), que representa a unos 160.000 profesionales, al paro iniciado hace dos meses y medio por los escritores (WGA), que a su vez agrupa a unos 10.000 miembros. Así la Huelga de guionistas y actores de Hollywood paraliza la industria.

Sindicatos reclaman mejores ante el auge del streaming

La medida ha supuesto un duro golpe para la industria del cine y la televisión, que se enfrenta a una situación sin precedentes desde hace más de seis décadas, cuando ambos gremios hicieron una huelga simultánea en 1960.

Aunque los tiempos han cambiado, el trasfondo de justicia se mantiene intacto. Los sindicatos reclaman mejores condiciones laborales y salariales ante el auge de las plataformas digitales de streaming, que han cambiado el modelo de producción y distribución de los contenidos audiovisuales.

Los guionistas y los actores denuncian que sus ingresos se han reducido debido a la proliferación de series con temporadas más cortas, menos episodios y mayor tiempo entre una entrega y otra. Además, exigen una mayor participación en los beneficios generados por las retransmisiones en línea de sus obras, conocidos como residuales.

Piquetes multitudinarios frente a los estudios

La huelga se ha hecho más visible con piquetes multitudinarios frente a las sedes de los principales estudios, productoras y plataformas de streaming en Los Ángeles y Nueva York.

Los actores y los guionistas han recibido el apoyo de otros gremios, como los directores, los editores o los técnicos, así como de organizaciones sociales y políticas. Entre las caras conocidas que se han sumado a las protestas se encuentran Fran Drescher, presidenta del SAG-AFTRA, Mark Ruffalo, Cynthia Nixon, Pete Davidson o parte del elenco de la serie This Is Us.

Los manifestantes han coreado consignas como “Sin guiones no hay películas”, “Sin actores no hay espectáculo” o “Somos esenciales, no desechables”. También han portado carteles con mensajes como “Paguen lo justo” o “Respeten nuestro trabajo”. Algunos conductores que pasaban por las zonas de los piquetes han mostrado su solidaridad con bocinazos y gestos de ánimo.

Negociaciones estancadas entre los sindicatos y los estudios

La huelga se ha producido después de que fracasaran las negociaciones entre los sindicatos y la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP), que representa a los ocho mayores estudios de Hollywood: Disney, Warner Bros., Paramount, Sony, Universal, MGM, CBS y NBC.

Los sindicatos habían presentado una serie de propuestas para mejorar el contrato colectivo que regula sus condiciones laborales por los próximos tres años, pero solo recibieron ofertas insuficientes o rechazos por parte de la patronal.

Entre las demandas del gremio de guionistas se encuentran un aumento del salario mínimo semanal; un incremento de las aportaciones a los fondos de pensiones y al seguro médico; y un establecimiento de un mínimo de guionistas para el desarrollo temprano de los proyectos en los mini rooms, una versión reducida del cuarto de escritores. Según el WGA, sus peticiones suponían un costo total de 429 millones de dólares para los estudios, pero solo obtuvieron una oferta por 86 millones.

Por su parte, los actores exigen una subida del 6% en los residuales por las retransmisiones en streaming; una mejora en las condiciones de trabajo para las escenas con desnudos o sexo simulado; una reducción del tiempo máximo entre proyectos para evitar la exclusividad; y una mayor transparencia en el reporte de ingresos por parte de las plataformas digitales.

El SAG-AFTRA afirma que sus demandas representan un aumento del 1% en el presupuesto total de producción de los estudios, pero que estos se han negado a aceptarlas.

Consecuencias para la producción y el consumo de contenidos

La huelga de guionistas y actores tiene consecuencias para la producción y el consumo de contenidos audiovisuales. Por un lado, implica la paralización o el retraso de numerosos proyectos que estaban en desarrollo, preproducción o producción, tanto de cine como de televisión. Esto afecta a los ingresos y al empleo de miles de trabajadores de la industria, así como a la oferta y la demanda de los espectadores.

Por otro lado, la huelga también supone un desafío para el modelo de negocio de los estudios y las plataformas de streaming, que se basa en la generación constante de contenidos originales y exclusivos para atraer y retener a los suscriptores.

Sin nuevos guiones ni nuevos actores, las empresas tendrán que recurrir a otras fuentes de contenido, como las producciones internacionales, los documentales, los reality shows o los programas de animación, que no dependen de los sindicatos en huelga.

La huelga no tiene un horizonte de finalización cercano. Mientras tanto, la huelga de guionistas y actores de Hollywood paraliza la industria, que vive una situación crítica que la pone en jaque.

Ver también:

Así va la Huelga de escritores de Hollywood 

 


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