La procrastinación es un mal que nos ha asaltado a todos por igual, en mayor o menor medida. Es importante entender la procastinación y cómo evitarla.
Conocemos a la procastinación como la postergación de las actividades y decisiones para realizar otras tareas que nos generen mayor satisfacción en un momento dado. Podemos decir que procrastinar es lo más parecido a “dejar para mañana lo que podemos hacer hoy”.
Entender la procastinación para prevenirla
Procastinar es una conducta que puede ser muy nociva para nuestras vidas, afectando nuestro rendimiento productivo y físico, relaciones interpersonales, actividad académica y hasta nuestra salud mental.
La constante postergación hace que aumentemos los tiempos de ejecución de nuestras tareas o pendientes, y nos alejamos de nuestros objetivos.
Por ello es necesario entender la procastinación para poder prevenirla y ganarle cada vez que se asome en nuestras conductas.
Tipos de procastinación
Se menciona para facilitar la comprensión de esta conducta, que existen varios tipos de procastinación:
Perfeccionista: Consiste en retrasar las responsabilidades porque no se cumplen los estándares personales en su ejecución.
Soñador: Básicamente es la conducta de preferir divagar o fantasear en otras cosas en vez de asumir sus tareas.
Preocupado: este tipo consiste en tener miedo de hacer las cosas por las consecuencias, o bien miedo de atravesar momentos tensos, o cuando durante el proceso de ejecución de las tareas se recurre a pensamientos de inseguridad, negatividad y temor, lo que impide avanzar en las actividades pendientes.
Generador de conflicto: conducta saboteadora donde se comprometen en un mínimo con el trabajo pendiente, se postergan las actividades o no se llegan a finalizar, provocando conflicto personal o en el equipo.
Desafiante: conducta en la que se evade la responsabilidad propia, y se descarga en los demás.
Ocupado: comienza por atender distintas tareas y al final no concluir ninguna.
Relajado: conducta en la que evita las situaciones para no generar estrés y compromiso.
Cómo afecta la procastinación a la salud
La procrastinación es una conducta que también puede de afectar a la salud física. algunas investigaciones han relacionado un estado enfermo en salud en personas con la conducta de retraso de pedir ayuda médica ante algún malestar, o bien empezar un tratamiento. Esta conducta se ha visto principalmente en casos de enfermos de cáncer, donde el miedo a saber el diagnóstico atrasa un tratamiento y la posibilidad de obtener un resultado más eficaz que pueda combatir la enfermedad.
La salud mental también sufre consecuencias cuando procrastinamos, y es tal vez una de las consecuencias que más hay que prevenir.
El gran disparador de la procrastinación son los sentimientos negativos. Sentirse estresado, indeciso, sobrepasado, deprimido o incluso aburrido, arroja mayores probabilidades de recurrir a procastinar.
La procastinación es un mecanismo de evasión basado en la tendencia natural de las personas a evitar cosas desagradables.
La procastinación y la salud mental
Se han dado diversas explicaciones sobre cuáles son las causas por las que se puede afectar la salud mental cuando procastinamos, pero las más mencionadas son:
.- Evitar hacer las tareas o responsabilidades por miedo a fracasar.
.- Baja eficacia debido a pensamientos o creencias autolimitantes que no son reales y terminan generando malestar (preocupación del futuro, dependencia de algo o alguien para cumplir las responsabilidades, evitar problemas al creer que todo es difícil, miedos, etc.).
.- Preferir obtener placer inmediato en lugar de metas a mediano y largo plazo.
.- Mala organización del tiempo.
.- Falta de motivación.
Teniendo conciencia de estos disparadores, si se quiere evitar la procrastinación, se debe controlar los sentimientos negativos que la desencadenan.
Algunas estrategias para vencer la procastinación
Tener una actitud asertiva es la base de todo. Esa actitud puede definirse en una serie de acciones que dependerán de cada persona, pues cada caso es único. Veamos algunas estrategias para vencer la procastinación:
.- Cuidar la concentración. Tener un espacio adecuado para estudiar, o crear según sea el caso, evitando áreas con actividad y potencial de distracción como la cocina o la sala.
.- Evitar las distracciones. Tener conciencia del deber, plantearlo en un período de tiempo específico, y enfocarse en llevarlo a cabo en ese tiempo disminuirá las tentaciones de distracciones y por lo tanto, procastinar.
.- Planificar las tareas estableciendo horarios específicos para cada una.
.- Establecer descansos y autorecompensas. Planificar también estos momentos ayudará a incrementar la motivación en cumplir las tareas pendientes, y por lo tanto evitar procastinar.
.- Dormir bien. La falta de descanso debido a mal sueño es una de las principales causas de problemas depresivos, mal genio, falta de concentración, agotamiento, entre otros. Si se está agotado o de mal humor, las probabilidades de procrastinar aumentan considerablemente.
.- Identificar cuáles son las actividades que más efectúan como vía de escape. Pueden hallarse sorpresas y descubrir que se está procrastinando más de lo que se pensaba.
Finalmente es oportuno destacar que no todas las personas procrastinan igual. Es importante saber identificar los disparadores concretos de la conducta evasiva, y tratar de encontrar un patrón. Así se podrá tener mayor autocontrol sobre sí mismo al entender la procastinación, y poder prevenirla junto a sus nefastas consecuencias.
Ver también:
La Medicina psicodélica