Cuarto episodio de House of the Dragon
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Cuarto episodio de House of the Dragon

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El cuarto episodio de House of the Dragon llamado “King of the Narrow Sea” nos trajo el despertar a la vida  la vida sexual de Rhaenyra.

 

Esto ocurrió nada más y nada menos que a manos de su atrevido y peligroso tío, Daemon Targaryen.

 

También nos mostró a una  Rhaenyra distinta, decidida y capaz de mentir con tal de hacer su voluntad.

 

Nos presentó a un Daemon buscando todo y ganándose un nuevo destierro, y a un Otto Hightower que finalmente fue  expulsado de sus funciones.

 

Resumen del cuarto episodio de House of the Dragon

 

El sexo no solo trata de sexo en sí, en Westeros saben que el sexo se trata de poder, y la princesa Rhaenyra parece que ya lo entendió muy bien.

 

La joven princesa luce adelantada para su época, dos siglos más adelantda a Daenerys Targaryen quien entendió esto aconsejada por la antigua amante de su esposo Khal Drogo.

 

Rhaenyra en cambio lo descubrió por su tío Daemon, que no solo buscaba adentrarla en su particular mundo de placer.

 

Aunque también quiso arruinar su reputación para que Viserys se la entregara como esposa.

 

Pero lo importante fue el cambio en la actitud de Rhaenyra a partir de esta aventura, que fue toda una revelación.

 

El sexo y el poder están estrechamente ligados, la misma Alicent sabe que tiene que soportar un matrimonio sin deseo con tal de permanecer como reina.

 

Rhaenyra y la aventura que cambió su vida

 

La presencia de Daemon en poniente causó, como siempre, un torbellino de acontecimientos extremos, esta vez involucró a su sobrina, la princesa Rhaenyra.

 

Rhaenyra emprende, junto con Daemon, una aventura que indirectamente logró afectar a todo el eje del poder.

 

Rhaenyra luce cansada de viajar fuera de Westeros por órdenes de su padre, quien intenta que su heredera escoja un pretendiente a su gusto.

 

Pero Rhaenyra no soporta estas obligaciones reales y decide cancelar su gira matrimonial y regresar a palacio sin decidirse por nadie.

 

La ira del rey hacia la princesa se minimiza por el regreso de su hermano Daemon, quien no vacila en en abandonar su título de Rey del Mar Angosto y convertirse en su súbdito.

 

Pero sabemos que Daemon lleva grabado a fuego un ímpetu irreverente, mismo que lo empuja a llevar a Rhaenyra a conocer  un mundo completamente nuevo.

 

Junto a Daemon, Rhaenyra huye de la Fortaleza Roja a través de un pasadizo secreto y descubre los placeres que ofrecen las noches de Desembarco del Rey.

 

Luego de beber vino barato, mirar acrobacias y teatros callejeros, Daemon, sin ningún tipo de pudor, la lleva a un burdel y le muestra que el sexo es más que procrear bebés reales.

 

En este ambiente el príncipe y la princesa finalmente liberan toda la tensión sexual que se había estado acumulando desde que Daemon puso un collar en el cuello de Rhaenyra en el primer episodio.

 

Llegan los besos y  Daemon decide convertirse en su amante, pero se acobarda en el último minuto y sale corriendo del sitio, dejando a Rhaenyra sola.

 

La princesa es acusada por Otto Hightower

 

Después de haber sido abandonada por el hombre que deseaba, Rhaenyra no se queda quieta y al llegar a palacio seduce a su guardia Real, Sir Criston, y le da un buen final a su noche de aventuras.

 

Pero no contaba con que su vida está siendo constantemente vigilada por Otto Hightower, quien solo espera un pequeño desliz  para intentar que Viserys nombre a su nieto como primer heredero al trono.

 

Después de recibir noticias de la aventura de Daemon y Rhaenyra por parte de un niño espía, Otto corre a informar al rey.

 

A la mano del rey no le tembló el pulso para decirle a este que Rhaenyra ya había perdido toda su virtud a manos de su tío Dameon Targaryen.

 

El rey Viserys no le cree y acusa a Lord Otto de inventar mentiras para mancillar la reputación de su hija y lograr anteponer su intereses.

 

Rhaenyra le miente a Alicent

 

Alicent llama en privado a Rhaenyra para indagar sobre la aventura que tuvo con Daemon y una sorprendida y descubierta  Rhaenyra no tiene reparos en mentir.

 

El cambio de vida que desea la princesa pasa por hacer su voluntad, y no conformarse con acatar todas las reglas milenarias.

 

En un giro inesperado en ella  se atrevió a decirle a Alicent que Daemon jamás la había tocado, y lo juró por la memoria de su difunta madre.

 

Daemon es desterrado de la Capital

 

Viserys hace traer a un borracho Daemon para confrontarlo, pero el príncipe rebelde afirma que él y la princesa sí se acostaron juntos.

 

Al más puro estilo Targaryen, Daemon le pide a Viserys la mano de Rhaenyra en matrimonio, le dice que con ellos la dinastía del dragón recuperará su gloria.

 

Viserys rechaza esa petición y lo destierra por segunda vez, le indica que se vaya  con su actual esposa a el Valle de inmediato.

 

Rhaenyra se enfrenta a su padre

 

El rey Viserys habla con su hija después de conversar con Alicent, quien tomó  la defensa de su amiga Rhaenyra como algo personal.

 

Alicent le aseguró a Viserys que  Daemon dijo eso porque solo lo quería molestar, pero el rey duda, sabe que en su hija y Daemon llevan dentro de si la sangre del caos Targaryen.

 

El monarca reprende a su hija, quien se defiende comentando que si ella fuera un hombre no estaría en problemas.

 

Rhaenyra se defiende de las acusaciones de Otto y las niega todas, dice que está diciendo la verdad.

 

Pero el rey le responde duramente: “La verdad no importa, Rhaenyra. Solo la percepción”.

 

Aunque el rey duda es consiente que ejercer un repudio  sobre su heredera solo llevará a un problema mayor, la división de la dinastía Targaryen.

 

Por este motivo pacta con Rhaenyra un acuerdo definitivo: se tiene que casar con el hijo de Corlys  Velaryon, el joven Laenor Velaryon.

 

A Rhaenyra no le queda más remedio que aceptar, pero no sin antes pedirle a cambio que se deshaga de Otto Hightower.

 

Otto Hightower es despedido

 

El Rey Viserys llama a Lord Otto y le habla de su padre, Baelon, quien sirvió como mano del rey Jaeherys antes que Otto y murió después de solo cinco días en el trabajo.

 

En una movida inesperada para Lord Otto, el rey lo hace responsable de la muerte de su padre para lograr su propio beneficio.

 

También le dice que cree que le envió a Alicent, su propia hija, para distraerlo  después de la muerte de la reina Aemma.

 

Otto intenta defenderse, pero fue inútil. El rey lo despoja de sus funciones.

 

Dudoso acerca de las aventuras de su hija Rhaenyra, el rey le hace llevar una pócima del día después con el gran  maestre.

 

El cuarto episodio de House of the Dragon nos adelanta que la historia de los amantes y la lucha  por el trono de hierro apenas está comenzando, y la revancha quedó sembrada en el ambiente.

Ver también:

Tercer episodio de House of the Dragon

 


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