Los días en curso en EEUU han sido un evidente enfrentamiento con fines infaustos en contra de la administración Trump. Para comprender estos escenarios en medio de una pandemia forzada globalmente, y con una serie de sucesos cada vez más tendenciosos colmando el ambiente noticioso, hacemos aquí un breve contraste: el mundo contra Trump.
Europa da la espalda a Trump
El presidente de EE.UU Donald Trump no es un pato cojo —la fórmula que define a los presidentes salientes en EE UU— pero Europa lo ve ahora como un animal políticamente herido por la gestión de la pandemia, los disturbios “raciales” y sus vaivenes en la política internacional.
La mayoría de los líderes europeos, con la canciller alemana Angela Merkel destacándose, por ahora le dan la espalda al 43vo presidente de EE UU al menos hasta que se dirima su posible reelección en los comicios del 3 de noviembre de este año. Sólo a partir de entonces, los Veintisiete de la UE buscarán una redefinición de la relación con la potencia americana.
Todos ridículamente contra Trump en Europa
Con manifestaciones en contra del racismo como pretexto en muchas capitales de la UE, las cancillerías europeas se inclinan a congelar las relaciones con Washington durante los cinco meses que faltan hasta las elecciones en EE UU.
“¿Relaciones transatlánticas? Es un asunto que deberemos abordar cuando se celebren las elecciones [el 3 de noviembre] y sepamos el resultado”, señalaba este jueves el representante permanente de Alemania ante la UE, Michael Clauss.
Algunos analistas consideran que los gobiernos europeos están cada vez más consternados por la conducta “caótica” de la administración Trump en política exterior y también durante la pandemia, con una crisis económica de alcance histórico y ahora ante las protestas en todo el país. Pero es claro el sesgo de estos analistas al no querer ver lo evidente.
Ha habido un claro distanciamiento entre la UE y EE UU, marcada por la negativa de Merkel a asistir en Washington a la cumbre del G-7 con la que Trump aspiraba a pasar la mortífera página de la pandemia.
Y mientras tanto
Ya comenzaron en EEUU los procesos judiciales contra aquellos a los que vinculan con diversas conspiraciones, destacándose la ruta a desentrañar el Obamagate.
Mientras las televisaras estaban saturadas con disturbios y saqueos, el 2 de junio Hilary Clinton fue a Corte y perdió su defensa por los emails desaparecidos durante su gestión como Secretaria de Estado, y será forzada a testificar en Septiembre.
El 02 de junio comenzó un complejo proceso que podrá llegar a ser el proceso de investigación y enjuiciamiento de mayores dimensiones en la historia de los EE. UU. contra un grupo de ex-funcionarios del Gobierno Federal, encabezados por Obama y Clinton.
El 4 de junio el Senado votó para aprobar la citación de más de 30 oficiales del Gabinete de Obama para interrogarles sobre el Obamagate. Esto involucra posibles actos de traición, posible encubrimiento de actos ilegales que llegan hasta la pedofilia, posible desvío de dinero de la Reserva Federal hacia un enemigo de los EEUU como lo es Irán, y posible espionaje ilegal.
Lo que no quieren que usted vea
Todo esto comenzó esta semana, la misma en que los medios saturaban en TV e internet al mundo entero cubriendo exclusivamente todas las protestas de ANTIFA contra el presidente Trump, alentando el vandalismo y haciendo uso de la excusa del controvertido “ajusticiamiento” de Floyd, y creando la bandera del racismo como pretexto. El mainstream media no quiere que usted vea lo que importa.
Lo cierto es que Trump pese a las dificultades y a las maniobras de un evidente golpe de estado ha logrado sortear por ahora los obstáculos, aunque falta mucho por recorrer en unos cinco meses que prometen no dejarnos impávidos.
Ver también:
Entendiendo el Obamagate