Ex guardia de las SS nazis a juicio por cooperación durante el holocausto
ETQQ / 18 Oct. 2019.- Un ex guardia de las SS nazis que estuvo trabajando en el campo de concentración Stutthof (Polonia) ha sido acusado de haber cooperado en el asesinato de 5.230 personas durante el Holocausto.
Bruno Dey de 93 años irá a juicio en la ciudad de Hamburgo y estamos ante el que podría ser uno de los últimos casos penales de un individuo acusado por el genocidio nazi.
En 1944, Bruno Dey contaba con 17 años cuando se unió al Batallón de la Cabeza de la Muerte (SS-Totenkopfsturmbann) su trabajo consistía en estar en las torres de vigilancia en el campo de concentración.
Desde las torres de vigilancia Dey impedía el escape de prisioneros, por lo que los fiscales argumentan que los guardias como Dey desempeñaron un papel fundamental al permitir que ocurrieran asesinatos en masa en Stutthof.
El ex guardia está siendo acusado de haber permitido el asesinato de 5.000 prisioneros que fallecieron víctimas de una epidemia de tifus, al no tener acceso a los alimentos, agua y medicamentos, 200 personas que fueron asesinadas en las cámaras de gas y 30 personas ejecutadas al ser disparadas en el cuello.
Dey confesó haber escuchado gritos y estar al tanto de los asesinatos en ese momento. “Probablemente sabía que estos eran judíos que no habían cometido un delito, que solo estaban aquí porque eran judíos”.
A pesar de su avanzada edad, Dey no siente culpa, “¿Qué utilidad habría tenido si me hubiera ido, habrían encontrado a alguien más, no?”, añadió el ex guardia.
La fiscalía argumenta que a finales de 1944, Dey pudo haber luchado en el frente en contra del holocausto en lugar de haberse unido a las SS. A lo que Dey respondió que no pudo ir a batallar debido a una afección cardíaca.
El juicio cuenta con alrededor de 20 co-demandantes y sobrevivientes de Stutthof. Los testigos viajarán desde Estados Unidos, Israel y Polonia y darán su testimonio.
El juicio posee un alto valor simbólico para las víctimas. “Esto no es una venganza”, dijo Markus Horstmann, abogado que representa a uno de los co-demandantes.
Dey ha cooperado con los investigadores y ha sido entrevistado ya ocho veces. Un examen médico lo ha declarado mentalmente apto para el juicio.
Su abogado, Stefan Waterkamp, declaró que Dey “se sintió apenado por lo que hizo”, asegura que su cliente sintió compasión por las víctimas pero “no se veía en condiciones de liberarlos”.
Dey tenía 17 años para la época y por este motivo comparecerá ante un tribunal de menores. El juez valorará la gravedad de los delitos cometidos con el derecho penal alemán para delincuentes juveniles, que tiene una pena máxima de 10 años.