ETQQ / 08 May 2019.- El episodio más difícil de digerir en toda la historia de la serie, sin duda fue este, el cuarto capítulo llamado”The Last Of The Starks”.
Todo comenzó como nos tenían acostumbrados, grandes tomas mostraban a Winterfell el día después de la batalla contra los caminantes blancos, batalla en la que Arya se encargó de ponerle punto final.
El funeral de los caídos, emotivos momentos donde vimos por última vez a Jorah, Theon, Edd, Beric, Lyanna y todo el ejército perdido en el combate, por fin pudimos ver algo de luz, todo bien hasta ahí, para lo otro no estábamos preparados, definitivamente no.
Luego del funeral están todos sentados en una especie de celebración por la vida, todos toman vino, comen, hay alegría y camaradería, con excepción de Daenerys, que por más que intentó integrarse no pudo dejar de lado el hecho de que Jon Snow está sobre ella en la sucesión al trono.
Daenerys busca reafirmar su poder al nombrar a Gendry Baratheon, Lord Of Storn’s End, lo que toma por sorpresa a todo el mundo, inclusive a Tyrion que no fue consultado al respecto pero lo vio como una movida inteligente.
La celebración continúa y Daenerys ve como los presentes respetan a Jon y le llenan de halagos sinceros, sus inseguridades crecen y ante la incomodidad evidente opta por irse del lugar.
El momento más épico de la celebración fue ver a Tormound perder a Brienne ante Jaime, Tyrion preguntó a Brienne si aún era virgen y ella no respondió y Jaime Lannister cautivado aún más no perdió la oportunidad de mostrarle algo más que su interés.
Pasado el festejo un Jon pensativo es interrumpido por Daenerys, que llega al principio cariñosa pero va cambiando la tónica cuando conversan acerca del gran secreto, Jon insiste en que no quiere ser rey, que ella es su reina, se le arrodilla, intenta un acercamiento y ella lo rechaza y le ruega, sí, Daenerys Targaryen haciendo lo opuesto a su carácter, le ruega para que calle el secreto, Jon sostiene que tiene que decirle a sus hermanas.
Cabe destacar que a ninguno de los dos les molesta el hecho de que son tía y sobrino, lo único que los separa en este punto es el dilema de que Daenerys no acepta no ser la primera en la línea de sucesión.
Aparece Bronn en escena amenazando a los hermanos Lannister, exigiéndoles que mejoren la propuesta de Cersei, pero luego los deja ir, ellos salen de Winterfell y nadie le garantiza volver a tenerlos de frente, ¿un sin sentido? ¡Total!
Al preparase para ir a Kings Landing, Sansa argumenta que es muy pronto y los soldados deben descansar más y los heridos recuperarse, Daenerys insiste y Jon la apoya desestimando los consejos de su hermana, esto hace que las hermanas Stark hablen con él en presencia de Brandon, Jon no tiene más remedio que contarles su verdadero origen, bajo la promesa de no revelarlo.
Sansa no pierde el tiempo y le cuenta a Tyrion, ya sabemos que Ned fue el último Stark capaz de guardar un secreto. Tyrion a su vez le cuenta a Varys y discuten quien de los dos (Jon o Daenerys) es el más indicado para asumir la corona.
Jon se despide de sus fieles amigos Sam y Tormund, se abrazan y saben que puede ser la última vez que se vean, a un lado está Ghost esperando que Jon se acerque, pero Jon no solo no lo hace sino que se lo entrega a Tormund, diciendo que Ghost debe estar donde pertenece, más allá del muro.
Su fiel lobo Huargo, el que siempre lo esperó en el muro y estuvo con el cuando yacía muerto, jamás lo abandonó en su largo camino y no recibió ni una caricia, no fue la despedida que merecía. Llama la atención que el Lobo Huargo es símbolo de los Stark, y a Jon le tocó Ghost de manera legítima, tal vez dejarlo no le acarreará nada bueno a Jon.
Ya camino a Kings Landing, Jon se va a caballo con Davos, y los hombres en pie de Winterfell, y Daenerys sobre Drogon, y sus acompañantes en barco hacia DragonStone, donde sufre una emboscada por Euron Greyjoy quien mata a Rhaegal, destruye la pequeña flotilla de Daenerys, y secuestran a Missandei. La noticia es transmitida a Winterfell y Jaime al conocerla opta por ir a la capital según él, por Cersei, dejando a Brienne desconsolada. No creemos que sea por “amor a Cersei” esta vez.
Arya y Clegane se encuentran en el camino a la capital, los dos dicen tener asuntos que deben terminar y cabalgan hacia Kings Landing; Arya rechazó la propuesta de matrimonio que le hizo Gendry y dijo que no volvería más a Winterfell, parece que solo se ve a sí misma como una vengadora profesional.
Daenerys llega a las puertas de Kings Landing, Tyrion trata de mediar una solución para liberar a Missandei y la respuesta de Cersei fue contundente, le pide a su rehén que diga sus últimas palabras, ella dice: Dracarys! Y luego fue decapitada en frente de todos, de esta manera Cersei recibe a la madre de los dragones y fue suficiente, la llevaron a su límite y sabemos que su respuesta será épica.
No hay que olvidar todo lo que Daenerys ha perdido: la mitad de su ejército, dos dragones y a sus dos más fieles y amados colaboradores y consejeros, Missandei y Jorah; luchó en la batalla contra los caminantes blancos y casi pierde la vida, y ahora hasta es cuestionada por Varys con lo que sabemos eso significa. Ya no está en aquella formidable posición con la que una vez estuvo.
¿La Daenerys fuerte aguerrida y letal volverá en el próximo episodio a buscar venganza? o al menos eso merece después de habernos tenido 7 temporadas viendo su avance, constancia, superando errores y recapacitando, no puede ser de otra manera.
Si logra pasar a la ciudad, ¿la quemará desde sus cimientos? O fiel a su estilo, ¿se llevará todo por delante?. Parece necesario para reivindicar su personaje, la serie y la coherencia de la historia.
Game of Thrones en cada penúltimo episodio de temporada nos ha obsequiado sorpresas, pérdidas importantes y desenlaces inesperados y fulminantes. Esta vez es la última vez de un penúltimo episodio de temporada, es el penúltimo episodio de toda la saga. Será épico, pase lo que pase.
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