Las potenciales y muy probables sanciones de Washington a compañías navieras que se presten para el envío de combustible al régimen de Maduro, están ocasionando que éstas desistan de mantener la prestación de sus servicios hacia Venezuela.
Ya hace dos semanas dos buques de bandera liberiana fueron apercibidos de “los inconvenientes” que afrontarían tanto los buques como sus armadores y aseguradores si proseguían la travesía a Venezuela, por lo que estos buques desviaron su rumbo de manera definitiva, dejando sin ese combustible al régimen de Maduro.
Según la cadena de noticias Fox News y el diario The Wall Street Journal, dos buques tanqueros de navieras griegas que portaban banderas de Liberia decidieron suspender la entrega de productos derivados del crudo, luego que Estados Unidos les advirtiera que enfrentaban posible sanciones.
De haber sido sancionadas, las navieras griegas hubieran perdido acceso al sistema financiero internacional y a las pólizas de seguros que necesitan para seguir operando.
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Ahora al menos dos nuevos casos de buques petroleros que navegaban dirección a Venezuela esta vez para cargar crudo en sus puertos, se retiran desde el fin de semana y otras tres embarcaciones se han alejado de aguas venezolanas mientras Estados Unidos estudia sancionar a docenas de petroleros, según consigna la agencia Reuters a partir de datos navieros y fuentes de la industria.
Washington está considerando imponer sanciones a barcos que hayan exportado petróleo venezolano, revelaron funcionarios norteamericanos a Reuters la semana pasada, la más reciente medida del gobierno de Donald Trump para eliminar lo que considera como un salvavidas para el dictador Nicolás Maduro
El buque Seadancer con bandera de Malta, operado por la firma griega Thenamaris Ships Management y fletado por Tipco Asphalt de Tailandia, regresó a Gibraltar tras esperar por una semana en el Atlántico, según datos de monitorización de embarcaciones de Refinitiv Eikon.
El Seadancer iba en ruta a una zona de trasbordo cercana a la refinería venezolana de Amuay, en la costa occidental del país, para cargar alrededor de un millón de barriles de crudo Boscán con destino a la refinería Kemaman de Malasia, operada por Tipco, según Eikon y cronogramas de exportación de PDVSA.
Tipco tiene un contrato de suministro de crudo a largo plazo con PDVSA que no se ha visto afectado por las sanciones.
Un segundo petrolero con bandera de Malta esperado en Venezuela, el Novo, hizo un giro en U esta semana en el Mar Caribe antes de apagar su señal satelital. La embarcación tenía programado transportar un millón de barriles de crudo Hamaca este mes a Singapur.
El contrato de fletamento del Novo también fue suspendido en días recientes, indicaron dos fuentes de PDVSA. El tanquero es operado por Dynacom Tankers Management Ltd, que también maneja el Chios I, sancionado por Washington la semana pasada.
Algunos operadores navieros han comenzado a desviar tanqueros que iban a Venezuela para evitar el riesgo de incurrir en sanciones que harían más difícil la contratación de esos barcos por parte de otros clientes.
A medida que se corrió la voz sobre la posibilidad de más sanciones marítimas relacionados con Venezuela, al menos otros tres grandes cargueros de petróleo -Boston, Commodore y Respect- salieron de aguas venezolanas durante el fin de semana para anclarse en el Caribe Oriental, según mostraron los datos de Refinitiv Eikon.
De ser objeto de sanciones, tantos los buques, como sus operadoras se verían gravemente afectados para poder operar internacionalmente.
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