El meditar nos lleva a obtener un sentido elevado de conciencia, pero no solo sirve a la mente, aquí te mostramos los beneficios de la meditación para el cuerpo.
Los beneficios de la meditación para el cuerpo
La meditación es una habilidad que te ayudará a sentirte cómodo en tu mente y obtener paz, pero también es beneficiosa para el cuerpo, ya que ayuda a controlar algunas funciones corporales.
Entre algunos de los beneficios de la meditación para el cuerpo se encuentran:
Reduce el estrés
La meditación ayuda a reducir significativamente el estrés. Cuando una persona está estresada, hay un aumento en el nivel del cortisol.
El cortisol conduce a muchos problemas de salud, incluida la producción de citoquinas (sustancias químicas inflamatorias), la presión arterial alta y la interrupción del sueño.
Mejora el sueño
La falta de sueño o insomnio es un problema de salud muy común. Casi todas las personas la padecen en algún momento de sus vidas.
La meditación puede ayudar a mejorar el sueño, una vez que aprendas a meditar bien, puedes mantener los pensamientos intrusivos bajo control, lo que te ayudará a dormir profundamente.
El descanso se traduce en mejor actividad física, menos resaca y dolores de cabeza.
Ayuda a controlar el dolor
El dolor es una sensación que está directamente conectada con el sistema nervioso central. Cuando una persona está sometida a situaciones estresantes, la percepción del dolor sube.
Según algunos estudios, incluir la meditación en el día a día puede ayudar a controlar esta molesta sensación.
La meditación puede reducir y controlar el dolor, mejorando la calidad de vida en general.
Aunque las causas de un dolor específico deben ser las mismas, cuando se medita es más probable que aumente la capacidad para controlar y combatir el dolor.
Mejora condiciones físicas inducidas por el estrés
Ciertos estudios sugieren que practicar la meditación puede ayudar a mejorar una serie de condiciones inducidas por el estrés.
Entre estas condiciones se incluyen el síndrome del intestino irritable, migrañas y fibromialgia, entre otros.
Ayuda con la pérdida de memoria inducida por la edad
Cuando meditas regularmente, te vuelves mas enfocado. Esto, a su vez, ayuda a mejorar la claridad mental y la memoria.
En las personas que sufren de pérdida de memoria inducida por la edad, la meditación puede ser un gran aliado, ya que ayuda a contrarrestarla.
Ayuda a mantener la presión arterial bajo control
Si su presión arterial tiende a ser alta constantemente esto puede afectar su corazón y debilitarlo. Además, de las muchas otras complicaciones de salud que causa la presión arterial alta, incluidos los accidentes cerebrovasculares y los infartos.
Según varios estudios, se ha demostrado que la meditación puede ayudar a reducir la presión arterial al ayudar a relajar los nervios que trabajan en coordinación con el corazón.
Refuerzo inmunológico
La meditación ayuda a reforzar el sistema inmunológico, mismo que se encarga de prevenir enfermedades e infecciones.
En un estudio que evaluó la función inmunológica, se administraron vacunas contra la gripe a voluntarios que habían meditado durante ocho semanas y a personas que no meditaban.
Los análisis de sangre realizados más tarde mostraron que el grupo de meditación tenía niveles más altos de anticuerpos producidos contra el virus de la gripe, según el estudio de Psychosomatic Medicine.
Salud de la mujer
El síndrome premenstrual (PMS) es una condición que puede incapacitar físicamente a la mujer durante los días de su periodo.
En un estudio, los síntomas del síndrome premenstrual disminuyeron cuando las mujeres afectadas meditaban.
También ayuda a centrar mente y cuerpo, evita que las hormonas cambien el carácter y puede ayudarte a controlar los dolores corporales.
Pérdida de peso
La meditación es una de las grandes aliadas a la hora de perder peso ya que contribuye a centrarnos en el objetivo y evitar los pensamientos de apatía y fracaso.
Los beneficios de la meditación para el cuerpo son reales. Incorporar esta técnica en nuestras vidas puede mejorar nuestra salud, no solo mentalmente, también físicamente y nuestro cuerpo lo agradecerá.
Ver también:
Cuándo buscar ayuda psicológica