Son días de protestas de agricultores en Europa. Miles de agricultores de España, Francia, Italia, Portugal, Alemania, Polonia, Países Bajos y otros países europeos han tomado las calles en las últimas semanas para protestar en contra de las políticas ambientales y comerciales de la Unión Europea con ocasión de su “agenda climática”.
Protestas de agricultores en Europa contra la “agenda climática”
Los tractores bloquean carreteras, se vierten productos agrícolas en las calles y se realizan manifestaciones frente a las sedes de gobierno, muchas con vertido de estiércol.
Las imágenes son impactantes y el mensaje es claro: el campo europeo está en pie de guerra.
En las últimas semanas, Europa ha sido escenario de numerosas movilizaciones y protestas de agricultores que reclaman mejores condiciones para el sector agrario y denuncian las políticas ambientales que impone la Unión Europea (UE).
Con tractores, pancartas y consignas, los agricultores han bloqueado carreteras, puertos y pasos fronterizos en varios países, generando una crisis que se ha colado en la agenda de la cumbre europea que se celebra esta semana en Bruselas.
¿Qué ocurre, qué causas hay detrás de estas protestas, qué hechos se han observado y en qué países, y qué proyecciones se pueden hacer de un conflicto que puede globalizarse en contra de la llamada “agenda climática”?
Qué ocurre: el descontento del campo se extiende por Europa
Según la BBC, en toda Europa decenas de miles de agricultores han dejado sus herramientas, se han montado en sus tractores y han salido a las calles.
A la crisis del costo de la vida ahora se han sumado otras preocupaciones, desde las políticas de sostenibilidad de la UE hasta los efectos de la guerra en Ucrania.
En Francia, los agricultores han bloqueado grandes tramos de autopistas, lo que ha creado una crisis que sólo se agudiza..
Algunas de sus preocupaciones, como la creciente burocracia, tienen un carácter nacional; otros señalan problemas más amplios, entre ellos el costo creciente del diésel agrícola, el pago tardío de los subsidios de la UE o la competencia que suponen para ellos las importaciones.
Los agricultores aseguran que se trata de una lucha por su supervivencia y que no se detendrán ahora.
Las protestas también se han disparado en gran parte de Alemania, aunque allí tienen un carácter principalmente nacional. Los agricultores alemanes protestan por la eliminación gradual de las exenciones fiscales sobre el diésel agrícola, que, según dicen, los llevaría a la quiebra.
Pero en toda Europa el descontento suele estar alimentado por la ira contra las políticas de la UE por la infame “agenda climática”.
El sector agrícola siempre ha visto con recelo las medidas introducidas por la UE para renovar su Política Agrícola Común (PAC) de 55.000 millones de euros (US$59.750 millones) y hacerla más sostenible.
Más del 70% de ese dinero se gasta en pagos directos a los agricultores, que sirven de red de seguridad.
La reforma incluye la obligación de dedicar al menos el 4% de la tierra cultivable a características no productivas, así como el requisito de llevar a cabo rotaciones de cultivos y reducir el uso de fertilizantes en al menos un 20%.
Muchos agricultores argumentan desde hace tiempo que estas medidas harán que el sector agrícola europeo sea menos competitivo frente a las importaciones. También les preocupa que la inflación haya reducido drásticamente el valor de sus pagos directos.
“Los agricultores tienen que hacer mucho más… con menos apoyo”, destaca a la BBC Luc Vernet, del grupo de expertos Farm Europe, con sede en Bruselas.
Qué causas hay detrás: una combinación de factores económicos, sociales y ambientales
Las protestas de los agricultores responden a una combinación de factores económicos, sociales y ambientales que afectan al sector agrario europeo. Entre ellos se pueden destacar los siguientes:
– La caída de los precios agrícolas: según datos del Eurostat – Oficina Estadística de la Unión Europea -, el índice de precios agrícolas – IPAP – cayó casi un 2% entre noviembre de 2022 y noviembre de 2023. Los sectores más afectados fueron los cereales (-9%), las frutas (-8%) y las hortalizas (-6%).
– El aumento de los costes de producción: los agricultores europeos se enfrentan a un incremento de los costes de producción, especialmente por el alza de los precios de la energía. Según el Eurostat, el índice de precios de la energía – IPEN – aumentó un 23% entre noviembre de 2022 y noviembre de 2023. Esto afecta especialmente al diésel agrícola, que es el principal combustible utilizado por los tractores y las maquinarias. Además, los agricultores tienen que hacer frente a otros gastos, como los fertilizantes, los salarios o los impuestos.
– El retraso en el pago de los subsidios de la UE: los agricultores europeos dependen en gran medida de los subsidios que reciben de la UE a través de la PAC – Política Agrícola Común de la Unión Europea –. Sin embargo, estos pagos se han retrasado debido a la transición entre el anterior y el nuevo marco financiero plurianual (2021-2027), que ha supuesto cambios en las normas y los procedimientos. Según la Comisión Europea, solo el 60% de los pagos directos previstos para 2023 se habían abonado a finales de diciembre. Esto ha generado problemas de liquidez y endeudamiento para muchos agricultores.
– La presión ambiental y social: los agricultores europeos se ven sometidos a una creciente presión ambiental y social por parte de la UE y de la opinión pública. Por un lado, la UE ha lanzado su “agenda climática”, que incluye iniciativas como el Pacto Verde Europeo, la Estrategia “De la Granja a la Mesa” o el Plan de Acción para la Agricultura Ecológica. Estas medidas buscan reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, fomentar una producción más sostenible y ecológica, y proteger la biodiversidad.
Sin embargo, muchos agricultores consideran que estas medidas son demasiado exigentes, costosas e inviables, y que ponen en riesgo su competitividad y rentabilidad.
Por otro lado, la opinión pública también ejerce una presión social sobre los agricultores, cuestionando sus prácticas agrícolas, su uso de pesticidas o su trato a los animales.
Qué hechos se han observado y en qué países: una ola de protestas que recorre Europa
Las protestas de los agricultores se han extendido por varios países europeos, con diferentes grados de intensidad y duración hasta los momentos. Estos son algunos de los hechos más destacados sin ser todos, por supuesto:
– Francia: es el país donde las protestas han sido más masivas y prolongadas. Desde mediados de enero, miles de agricultores han bloqueado carreteras, puertos y centros logísticos con sus tractores, exigiendo mejores precios para sus productos, más ayudas estatales y menos restricciones ambientales. El conflicto se ha cobrado dos víctimas mortales: una joven agricultora y su hija de 12 años que murieron al ser arrolladas por un coche en un piquete.
El gobierno francés ha anunciado un plan de apoyo al sector agrario que incluye una rebaja del impuesto sobre el diésel agrícola, una moratoria en el pago de las cotizaciones sociales y una revisión del acuerdo comercial entre la UE y el Mercosur.
– Alemania: es el segundo país más afectado por las protestas. A principios de febrero, unos 40.000 agricultores realizaron una semana de huelga nacional, bloqueando carreteras y ciudades con sus tractores. Su principal reivindicación es la eliminación gradual de las exenciones fiscales sobre el diésel agrícola, que supondría un aumento del 22% en el precio del combustible. También piden más protección frente a las importaciones baratas y más respeto por su trabajo.
– Bélgica: es el tercer país con más movilizaciones. Los agricultores belgas han bloqueado varios pasos fronterizos con Francia y Países Bajos, así como los accesos a los puertos de Zeebruge y Amberes. Su principal demanda es una revisión del sistema de fijación de precios agrícolas, que consideran injusto e insuficiente. También reclaman más ayudas para hacer frente al alza de costos.
Proyecciones: ¿Un conflicto global en ciernes?
Las protestas de los agricultores en Europa podrían ser el inicio de un movimiento global en contra de las políticas ambientales que se pretenden imponer bajo el manto del “cambio climático”.
El descontento del sector agrícola es un tema que preocupa a los gobiernos de todo el mundo, ya que podría tener un impacto significativo en la seguridad alimentaria. Aunque los actores del sector agrícola se sienten directamente amenazados por los gobiernos actuales. El quiebre es irreversible.
Es importante destacar que la “agenda climática” no es un bloque monolítico, y que existen diferentes perspectivas sobre cómo abordar el cambio climático sin afectar negativamente al sector agrícola.
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