Llega un momento en la vida en que algunas personas buscan encontrarse así mismas a través de la fe, aquí te mostramos cómo la fe trasforma la vida y abre la puerta para que entre el bien a tu vida de una buena vez por todas.
La fe es un factor crucial en la vida. Y no hablamos de religión – algo completamente distinto, pero no antagónico con la fé – sino de la cualidad de esta fuerza creadora de realidades.
La fe trasforma la vida
Tu relación con Dios se fortalece cuando comprendes que la oración funciona, cuando dejas de dudar y comienzas a creer que en verdad te escucha.
Lo primero que debes hacer es buscar tiempo para vivir en la fe, porque la fe sin ejercicio no existe, y segundo abrir tu corazón a Dios.
El alimentarse del silencio y profunda reflexión pronto te llevará a estar en contacto con esa energía que no viene de lejos, se encuentra en ti mismo.
Tu oración se vuelve diferente cuando tu creencia se vuelve diferente, cuando no estás condicionando tu mente con lo que te sucede, y te alejas de la frustración.
Cómo la fe trasforma la vida en sencillos pasos
Dios no se ha quedado sin poder para tu vida. Eso es algo de lo que te das cuenta cuando dedicas tiempo a su presencia.
Algunas personas se han quedado sin fe; para que la fe trasforme tu vida puedes comenzar por:
.- Buscar tiempo para analizar si las situaciones de tu vida te han alejado de Dios.
¿Cuándo fue la última vez que pensaste sinceramente que tu vida iba de maravilla y agradeciste a Dios?
¿Tú fe se esfumó cuando perdiste (y te perdiste) en personas y situaciones de bien que pensaste que ibas a tener toda la vida?
¿Eres consciente de haber permitido que el fracaso te llevara a vivir la fe de un modo incorrecto?
Respondiendo estas preguntas podrás entender el por qué tu relación con la fe se quedó paralizada.
Para cambiar a través de la fe debes aceptar que no la estabas viviendo de manera integral, que era insuficiente, débil y la usabas a conveniencia.
Cuando esperas que la fe se active pero no estás en plena conciencia de la manera en que estás llevando tu vida esta fe no funcionará.
Pueden pasarte cosas positivas y de igual forma dañarlas sistemáticamente porque no estás preparado para ver lo bueno.
La fe activa de la mano de una profunda reflexión no solo va a cambiar tu vida, hará que cambie todo a tu alrededor.
.- Creer en el poder de la fe trasformador de vidas; cuando crees que la fe no está para deseos superfluos y te enfocas en su poder de mejorar la vida, esta cambia.
El compromiso es inmenso porque creer es fácil, pero hay que saber discernir en que se cree, para no cometer los mismos errores.
La fe bien empleada te llevará a analizar lo positivo que tienes en tu vida y que debes mejorar para tu bienestar y el de las personas que te rodean.
.- Recuperar el tiempo, cuando ya pasaste por el proceso de análisis del estado de tu fe y el estado general de tu vida, es tiempo de hacer los cambios.
Estos cambios no tardarán en notarse si el análisis fue hecho de una manera integral y genuina.
.- Elabora un plan de acción, en este plan de acción debes incluir tus deseos más anhelados, esos que en el pasado fracasaron pero que puedes y debes recuperar, por ejemplo; un buen empleo, una relación estable, amigos entrañables, etc.
Este plan de acción debe incluir estrategias para alcanzar lo que deseas, analizando con cuidado tu forma de avanzar, de manera que la fe no se pierda en el camino.
.- La fe actúa sin egoísmos, cuando decidimos cambiar y avanzar a través de la fe debemos saber que todo lo que queremos debe ser legítimo.
Si quieres ese trabajo soñado pero este pertenece a alguien más no puedes creer que la fe ha fallado, hay suficiente para todos si sabes buscar.
Cambiar la vida por medio de tu relación con Dios y la fe te hará constatar que no está permitido dañar.
.- Sanar, cuando sanas situaciones que te afectaron en el pasado tu vida cambia para siempre, si sumas la fe de obtener una vida mejor todo se potencia para bien.
.- Enfócate en lo positivo, escruta lo positivo de tu vida y de la vida de las personas que te rodean, la fe bien empleada sale al encuentro del bien.
.- Analiza tus sentimientos de incredulidad, lo que limita el poder de la fe es la incredulidad.
La incredulidad en tu vida impedirá que el poder de la fe se mueva y trabaje en tu situación. Y la incredulidad puedes tenerla aún creyendo que no la tienes.
Cuando piensas que tienes fe y no pasa nada es porque inconscientemente no crees que tu fe sea verdadera, debido a situaciones del pasado.
Cuando trabajas en ti y practicas la fe activa todo sentimiento de incredulidad dejará de existir.
.- Asume que tú fe da forma al mundo en que vives, la vida de muchas personas sin fe se siente como si estuvieran deambulando por un desierto, rodeados de fuerzas hostiles.
La fuerza de la fe te ayudará para que puedas reorganizar tu vida pensando en el bien general.
A medida que crecemos en comprensión de la fe la vida también se abre y crece con nosotros.
El poder de la fe para cambiar tu vida no está limitado, la única limitación es si crees en ello o no.
.- Observa con cuidado tu relación con los demás, después de pasar tiempo analizando, comienzas a darte cuenta que son como tú, aprende a ver cómo utilizan su fe.
Las personas usan la fe para ser mejores, pero muchas personas que nos rodean no usan su fe, si ya nosotros la recuperamos podemos alentarles a hacerlo.
.- Elimina pensamientos de fracaso contestando las siguientes preguntas:
¿Qué has estado creyendo? ¿Qué eres un fracaso en la vida? ¿Qué eres inferior a otras personas? ¿Qué estás condenado a la pobreza?.
Estas creencias negativas le hacen un cortocircuito a tu fe y hacen que actúes, hables y sientas como en realidad no eres, trabaja en tu autoestima.
.- Alimenta tu espíritu con buenas obras, actúa desde el bien, no te dejes enceguecer, ayuda.
Cuando haces esto, estás dando forma a tu manera de pensar en la fe, tu pensamiento mejorará desde el interior hasta el ámbito exterior donde vives.
Para finalizar, si te cuesta mucho, comienza solo con 10 minutos diarios en cada tarea, el cambio se dará solo.
El poder de la fe en los creyentes ayuda a cambiar a una persona, cuando piensas en cómo la fe trasforma la vida para bien no hay vuelta atrás. Date la oportunidad, tu vida bien lo merece.
Ver también:
La importancia de la fe en nuestras vidas