Crecen las protestas en toda España contra Pedro Sánchez. El nivel de rechazo es enorme y la tensión en el país ibérico es delicada y creciente, mientras Sánchez pretende aferrarse al poder manipulando a los separatistas catalanes para apoyar su investidura como presidente del gobierno.
Protestas en toda España contra Pedro Sánchez
El gobierno de España, liderado por el socialista Pedro Sánchez, tiene la intención de conceder una medida de gracia a los nueve líderes independentistas catalanes que fueron condenados a prisión por el Tribunal Supremo por su participación en el referéndum ilegal de autodeterminación de hace unos años.
Esta decisión ha generado una fuerte oposición por parte de los partidos de derecha y de una parte de la sociedad española, que consideran que los indultos son una traición a la Constitución, al Estado de derecho y a la unidad de España.
Este hecho tomando en cuenta que se conoció a sólo horas de que Sánchez jurara lealtad a la familia real española durante el acto de Jura de Bandera de la Princesa Leonor de Borbón hace unos días, ha caído como un bomba en la opinión pública española, y supone un punto de no retorno cuyas consecuencias lucen aun impredecibles.
La felonía de Sánchez explicada
Según el sanchismo, los indultos son una forma de favorecer el diálogo y la convivencia con Cataluña, una región que según ellos, lleva años sumida en un conflicto político y social por el desafío independentista, cosa que es absolutamente falsa. Cataluña no es precisamente una regíón de conflicto salvo en la imaginación separatista.
Sánchez ha defendido que los indultos cuentan con el apoyo de la comunidad internacional – cosa falsa nuevamente – y que son una oportunidad para la reconciliación y la recuperación económica tras la pandemia de Covid-19 -algo que no tiene absolutamente nada que ver- .
Los “detractores” de Sánchez, léase, la abrumadora mayoría española con excepciones deshonrosas claro está – argumentan que los indultos son una concesión inaceptable a los que intentaron romper España y que suponen una humillación para las víctimas del procés, es decir, los ciudadanos catalanes que se sienten españoles y que sufrieron la violencia y el acoso de los separatistas.
Además, acusan al gobierno de buscar el beneficio electoral – que les fue claramente insuficiente en las pasadas elecciones -y de depender del apoyo parlamentario de los partidos independentistas para mantenerse en el poder.
Básicamente es ceder al chantaje de los separatistas catalanes de “amnisitía o nada”, para apoyar la investidura de Pedro Sánchez. Y España que se vaya al carajo. Un golpe de estado de Sánchez contra España.
Básicamente esto es lo que ha desatado las protestas en toda España contra Pedro Sánchez.
Las protestas en acción
Las protestas contra los indultos han sido convocadas por diversas plataformas ciudadanas, asociaciones de víctimas del terrorismo, sindicatos de policía y partidos políticos de derecha, como Vox.
Estas protestas han tenido lugar en todas las ciudades españolas, y siguen creciendo en impacto.
Primero fue una concentración en la calle de Ferraz, en Madrid, ante la sede del PSOE. Luego esta concentración comenzó a replicarse por cada ciudad de España, y cada noche siguen ocurriendo.
Los manifestantes portaron banderas de España y carteles con lemas como “Indultos no, justicia sí”, “Stop Sánchez” , “Puigdemont a la cárcel”, o “Por la unidad de España, no a la amnistía”.
En Madrid ha sido ya frecuente que la policía trate de dispersar a los pacíficos manifestantes con gases lacrimógenos, y han habido atropellos a personas de la tercera edad, los cuales han sido abrumadoramente registrados por testigos y difundidos a través de las redes sociales.
Las protestas contra los indultos han sido mayoritariamente pacíficas, aunque se han registrado algunos incidentes aislados, claramente atribuibles a infiltrados.
Los medios estatales poco han cubierto las protestas, y la retórica es de atribuirles el mote de “violentas”.
Así mismo el PP ha asumido una postura deleznable haciéndose eco del mote de “protestas violentas” y marcando distancia de las protestas.
En cuanto al PSOE, varios dirigentes de ese partido han renunciado al mismo por considerar que su actual rumbo sólo conduce a la destrucción de España.
Mientras tanto crecen las protestas en toda España contra Pedro Sánchez.
Qué puede pasar con las protestas
La consigna que más se oye en las protestas es “Sánchez dimisión”, y puede que sea tal vez la única solución, de la mano de una nueva convocatoria a elecciones en las que además Sánchez no participe.
Las protestas en toda España contra Pedro Sánchez han evidenciado la profunda división que existe en España sobre el tema catalán y el rechazo que genera la política de Sánchez entre una parte importante de la población.
También hay que tener en cuenta que las protestas en toda España contra Pedro Sánchez pueden tener un impacto en el escenario político, tanto a nivel nacional como autonómico, marcando la tendencia conflictiva que costará como menos, la dimisión de Sánchez.
Por un lado, las protestas pueden beneficiar a los partidos de derecha, que han hecho de los indultos vía ley de amnistía su principal caballo de batalla contra el gobierno, y que pueden capitalizar el descontento y la movilización de sus votantes.
No hablamos de todos, por supuesto, sino de Vox, partido cuyo crecimiento es indiscutible y que ha leído y entendido el descontento colectivo en estas protestas en toda España contra Pedro Sánchez.
¿Qué puede hacer Sánchez?
Ante las protestas en toda España contra Pedro Sánchez, el actual gobierno español mal podría jugar al guión venezolano de Nicolás Maduro de aguantar y amedrentar a la gente que protesta pacíficamente, o incluso llegando a decretar un estado de excepción. Esto sólo caldearía más los ánimos y es posible una ruptura definitiva de la paz en España.
La ruta más idónea para evitar un daño irreparable a España, es la dimisión de Sánchez, y la convocatoria a nuevas elecciones con él fuera de manera definitiva.
Las protestas ya han herido de muerte al gobierno de Sánchez, que se enfrenta a una fuerte presión interna y externa por su decisión de indultar a los independentistas, mismos que no han perdido tiempo y ya llaman a promulgar una nueva ley local para convocar a un nuevo referéndum de autodeterminación, cuya “terminación” podemos augurar sangrienta.
Ya el gobierno de Sánchez tiene que lidiar con las duras y fundamentadas críticas de la oposición, de la Justicia, claramente parcializada, de algunos sectores del PSOE y de la opinión pública, que según las encuestas está mayoritariamente en contra de la amnistía.
Y lo más grave: atentar contra la unidad de España. Cuando el gobierno tiene que negociar con los partidos independentistas catalanes, que exigen los indultos como condición para apoyar los presupuestos generales del Estado – léase Pedro Sánchez – y que reclaman una amnistía para todos los implicados en el procés y un referéndum pactado sobre la autodeterminación de Cataluña, se abre un presupuesto de traición que puede desencadenar una nueva confrontación civil en el país ibérico.
En definitiva, las protestas en toda España contra Pedro Sánchez, contra contra la amnistía a cambio de apoyo a su investidura, son una muestra de la polarización y la tensión que vive España por el conflicto catalán entre otros tópicos, y que pueden desencadenar consecuencias terribles.
Las protestas en toda España contra Pedro Sánchez sólo crecen. El futuro y la paz de España están en juego y dependerá de la voluntad política, del respeto a la Constitución, la participación ciudadana, y de algo que ya luce como punto de no negociación: la dimisión incondicional de Sánchez.
Ver también:
Grok el nuevo chatbot de inteligencia artificial de Elon Musk