La líder conservadora Liz Truss es la nueva primera ministra de Reino Unido. Asumió formalmente el cargo tras reunirse de manera oficial con la reina Isabel II en el castillo de Balmoral, en Escocia.
Truss es la tercera mujer en ocupar este cargo, tras ocurrir de manera formal la renuncia de Boris Johnson como primer ministro. Johnson se despidió de su mandato ante la prensa con un «eso es todo amigos».
La reina Isabel II recibió a Truss en una audiencia en Balmoral, Escocia, donde invitó a la recién elegida líder del Partido Conservador a convertirse en Primer Ministro y formar un nuevo gobierno.
La audiencia se llevó a cabo en el Drawing Room. La reina vestía un suéter de cashemere, kilt y en ropa de vacaciones, y habló más de 40 minutos con Truss.
Liz Truss dio su primer discurso en el cargo frente a la puerta de su nueva residencia en el número 10 de Downing Street, como marca la tradición. Fue un discurso bastante gris, carente de la connotación que se esperaba pudiera haber tenido.
En ese primer discurso en el cargo la nueva primer ministro prometió a los británicos que “juntos, nosotros podemos salir de la tormenta”.
“Por fuerte que sea la tormenta, sé que los británicos son más fuertes”. “Sé que tenemos lo que se necesita para que Gran Bretaña vuelva a funcionar”, dijo Truss ante los periodistas que se encontraban en el lugar.
Truss describió tres prioridades: hacer crecer la economía con la promesa de recortes de impuestos, tratar de abordar la crisis energética y mejorar el acceso al NHS, el servicio nacional de salud, en crisis tras el COVID.
En cuanto a lo que será su gabinete de gobierno, la primera ministra nombró a Kwasi Kwarteng como Ministro de Hacienda, convirtiéndolo en el primer ministro de finanzas afrodescendiente de Gran Bretaña. Suella Braverman, de ascendencia india, fue nombrada como ministra del Interior, mientras que a James Cleverly, que se identifica así mismo como “mestizo”, se le asignó el cargo de secretario de Relaciones Exteriores.
Las críticas no tardaron en producirse con estas designaciones, sin embargo esta nueva historia apenas comienza y las expectativas sobre los hombros de la nueva primer ministro del Reino Unido no dejarán de ser enormes.
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