El líder de Hezbolá, Nasrallah, ha sido elimiando, y con él, todo el mando de la organización terrorista Hezbollah, según se ha comunicado, lo que representa un golpe significativo no solo para la organización sino para la red de influencias iraníes en la región. Israel destruyó a mandos de Hezbollah prácticamente y operacionalmente.
El jefe del Consejo Ejecutivo de Hezbolá, Hashim Safi al-Din, también fue eliminado. Con esto todo el mando de Hezbollah ha sido borrado de la faz de la tierra.
En un giro histórico que promete redefinir el panorama de Oriente Medio, fuentes confirmadas en el Líbano y declaraciones directas del Primer Ministro Netanyahu en la Asamblea General de la ONU delinean un cambio de época.
Israel ha conseguido lo impensable: una victoria decisiva contra las fuerzas de Hezbolá, marcando un hito en la lucha por la estabilidad regional.
Irán y sus proxies están ahora atrapados por el miedo, y en lugar de la guerra regional, una nueva era de paz está en el horizonte. El reinado de Hezbolá ha terminado, y sus aliados en el mal deben mirarse en ese espejo. Lo que queda de esa desgracia terrorista son sus últimos y desesperados cohetes y balas.
Hezbollah: legado de sangre, desplazamiento y muerte
Oriente Medio ha sido atormentado durante mucho tiempo por el terrorismo de Hezbolá cuyo legados e traduce en matar a millones de sirios, desplazar a la fuerza a más de 9 millones de cristianos, musulmanes y drusos, atacar a los kurdos, ayudar a los ataques de los hutíes a Arabia Saudita, apoyar a los islamistas radicales para atacar a Bahréin, y matar a bebés y mujeres inocentes en Israel e Irak.
Este evento, que ha generado reacciones en distintos frentes, se presenta como la chispa que podría encender una era de paz duradera en una zona históricamente conflictiva.
Histórico dicurso ante la Asamblea General de la ONU
El Primer Ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, en su discurso ante la comunidad internacional en la Asanblea General de la ONU este viernes, subrayó la determinación de Israel de ganar esta batalla, no solo por elección sino por necesidad, citando la historia de su pueblo y la defensa de su Estado. “Ganaremos esta batalla porque no tenemos elección”, declaró, reflejando la voluntad de su gobierno y del pueblo israelí de asegurar su seguridad.
Este logro no solo inhabilita a Hezbolá y debilita sustancialmente a sus patrocinadores, sino que también envía un mensaje claro a la comunidad internacional sobre la capacidad de Israel para defenderse y promover la paz.
Celebraciones en Siria e Irán
La victoria es celebrada por muchos como un paso hacia la desescalada en un conflicto que ha afectado a millones, desde Siria hasta Yemen, pasando por Gaza y el Líbano.
Circulan en redes sociales cientos de videos de personas celebrando en Siria y en Irán la eliminación de los mandos de Hezbollah.
Sin embargo, la celebración de esta victoria viene con la consciencia de que el camino hacia una paz estable es aún largo y complejo. La administración Biden, ya en sus días finales, junto a las actuales administraciones de Francia y Reino Unido han intentado abordar una iniciativa de alto el fuego, buscando no solo detener la violencia sino también avanzar en negociaciones para el regreso seguro de los desplazados y la liberación de rehenes.
Esta victoria, simbólica y estratégica a la vez, podría ser el preludio de un futuro donde la cooperación y el diálogo superen a la violencia y la opresión. Sin embargo falta mucha tela por cortar aun.
Mientras tanto los terroristas palestinos de Hamas deben mirarse en ese espejo de Hezbollah y rendirse, liberar a los rehenes y entregar a Sinwar, o enfrentar el mismo destino.
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