ETQQ/ 06 Dic. 2019.- La administración Trump pierde la confianza en Guaidó y con sobradas razones. Aunque no han retirado su apoyo a la institucionalidad, es evidente que la decepción sobre Guaidó y la oposición venezolana es un daño irreparable.
Trump, cuyo gobierno respaldó de manera amplia a la gestión Guaidó, considera otras opciones, sin perder de vista estrategias nuevas y más agresivas.
Esto aseguran personeros familiarizados con el asunto que a su vez estuvieron en contacto con Bloomberg, quienes publicaron un artículo abordando esta posibilidad.
El vicepresidente Mike Pence dirigió una reunión el jueves con otros altos funcionarios para reexaminar el impulso de la Casa Blanca por una transición democrática en Venezuela..
Juan Guaido, que se declaró presidente interino de Venezuela con el respaldo de Estados Unidos a principios de este año, hasta ahora no ha logrado expulsar a Maduro.
Los funcionarios estadounidenses ahora están preocupados de que Guaidó pronto pueda perder su puesto oficial.
Es ya vox populi que a Guaidó se le removería de la presidencia de la Asamblea Nacional el próximo 05 de enero, y hay una fuerte movida entre la mayoría de los diputados para que así sea.
No se está considerando ninguna opción militar, según ha sido abordado de manera pública esta semana por el Secretario de Estado, Mike Pompeo,
Sin embargo los funcionarios de la Casa Blanca han discutido nuevos enfoques, incluido un intento de asociarse con Rusia, un aliado de Maduro, para facilitar la salida de éste, o aumentar la presión sobre Cuba.
El presidente Trump está frustrado porque Maduro no fue destituido del poder tan rápido como John Bolton le había asegurado que ocurriría.
Trump también es consciente de las implicaciones políticas: los expatriados venezolanos son un electorado importante en Florida, un estado que Trump ha hecho central para su campaña de reelección a la presidencia.
Estados Unidos continúa revisando opciones para avanzar en lo que llama una campaña de “presión máxima” contra el régimen de Maduro.
Sin embargo Guaidó perdió capital político. La corrupción en la Asamblea Nacional y en personeros cercanos a Guaidó ha desencadenado un escándalo el cual prácticamente ha liquidado a la oposición venezolana, la cual a su vez perdió la credibilidad de la inmensa mayoría de la población.
La administración Trump considera aumentar la presión sobre Cuba, el principal benefactor de Maduro y un antiguo adversario de los Estados Unidos.
Un aspecto relevante de la postura del gobierno estadounidense es apoyar la institucionalidad, no a la persona.
En ese sentido el Secretario de Estado adjunto para el Hemisferio Occidental, Michael Kozak expresó: “Nuestro apoyo ha sido a las instituciones democráticas en Venezuela, no a Guaidó como persona”
“(lo apoyamos) como presidente electo de la Asamblea Nacional. Apoyaremos a cualquiera que ocupe ese puesto”.
A fines de abril, una revuelta militar planeada contra Maduro fracasó, forzando a varios diputados de la oposición a esconderse.
Por su parte las sanciones han sido criticadas por dañar a los venezolanos más vulnerables.
Una suma compleja de cosas han traído la realidad de que la administración Trump pierde la confianza en Guaidó.
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