Ciertamente si algo no padeceremos en estos años, es de aburrimiento. La segunda presidencia de Trump no tiene medio mes apenas y nos trae como si tuviésemos un año ya. La polémica como arma de manejo de matrices de opinión es la protagonista. Abordemos ahora la propuesta de Trump sobre Gaza.
En un giro inesperado, el 47º Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha propuesto tomar el control de la Franja de Gaza, con la intención de “limpiar” el territorio y reubicar a sus habitantes en Egipto y Jordania.
Esta “sugerencia” surge en un momento crítico: el conflicto entre Israel y Gaza ha dejado más de 61,000 muertos y una infraestructura devastada tras quince meses de ofensiva. Trump ha argumentado que Gaza, en su estado actual, es un “lugar de demolición” y que su plan permitiría reconstruir el enclave como una “Riviera de Oriente Próximo”.
Reacción de la Comunidad Internacional
La propuesta de Trump ha sido recibida con un rechazo casi unánime por parte de la comunidad internacional. Egipto y Jordania, los países directamente implicados, han rechazado de plano la idea.
El ministro de Exteriores egipcio, Badr Abdelatty, ha enfatizado que Egipto no aceptará el reasentamiento de la población gazatí en su territorio, manteniendo su apoyo a una solución de dos estados.
Jordania, por su parte, ha manifestado que cualquier intento de reubicar a los palestinos en su territorio sería considerado un “casus belli”, léase, motivo de guerra.
Arabia Saudí y otros países árabes, junto con la Liga Árabe, han calificado la propuesta de limpieza étnica, advirtiendo de las repercusiones para la estabilidad regional.
Implicaciones Legales e Internacionales
Desde un punto de vista legal, la propuesta de Trump enfrenta a priori numerosos obstáculos. La anexión unilateral de territorios y el desplazamiento forzado de población violan múltiples tratados y resoluciones de la ONU.
La comunidad internacional, especialmente la Unión Europea y organizaciones como Human Rights Watch, ha señalado que esta iniciativa sería una grave violación del derecho internacional humanitario, pudiendo ser considerada limpieza étnica.
Viabilidad y Logística
Veamos dos aspectos prácticos como lo son la viabilidad y la logística. La viabilidad de la propuesta es cuestionable. Reubicar a más de dos millones de personas plantea desafíos logísticos, económicos y humanitarios inmensos.
Además, la aceptación de tales refugiados por parte de Egipto y Jordania sería prácticamente imposible sin un cambio radical en la política interna y regional. La presencia militar necesaria para asegurar Gaza durante este proceso incrementaría aún más la complejidad y el costo.
Es sencillamente imposible. No obstante no sabemos si fue en tono de burla, o fue un desvarío mental de Trump, pero el presidente dijo que está seguro de que Egipto y Jordania “van a aceptar” recibir a los palestinos en sus países. Como quiera que estos días se ha evdenciado que la “política” trumpiana está basada en el chantaje y la extorsión de sanciones, aranceles y demás, no sorprendería algún viraje insólito de los acontecimientos sobre esas dos naciones.
Perspectivas de los Palestinos y Hamás
Desde el punto de vista de los habitantes de Gaza, la propuesta es vista como una repetición de la Nakba de 1948, donde cientos de miles de palestinos fueron desplazados.
Hamás y otros grupos palestinos han rechazado firmemente cualquier plan que implique el desplazamiento forzado. La resistencia sería probable, aumentando la posibilidad de violencia y desestabilización aún más.
Posición de Israel y Netanyahu con la Propuesta
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha mostrado apoyo a la iniciativa de Trump, viendo en ella una oportunidad para resolver el “problema de Gaza” a largo plazo.
Sin embargo, incluso en Israel, la propuesta genera divisiones. Mientras la ultraderecha la aplaude, sectores más moderados y la oposición cuestionan su viabilidad y moralidad.
La Propuesta de Dos Estados: Un Camino Hacia la Paz en Israel y Palestina
La idea de una solución de dos estados para resolver el conflicto entre Israel y Palestina se remonta a las resoluciones de la ONU de 1947, que proponían el particionamiento de la región conocida como Palestina en un estado judío y uno árabe.
Sin embargo, la guerra de 1948 y los conflictos subsiguientes complicaron este plan. A lo largo de los años, varias negociaciones, como los Acuerdos de Oslo en la década de 1990, han intentado revitalizar esta propuesta, pero siempre han enfrentado obstáculos significativos.
Principios Básicos de la Propuesta de Dos Estados
La propuesta de dos estados se basa en la creación de dos estados soberanos: uno judío (Israel) y otro palestino (Palestina), coexistiendo pacíficamente uno al lado del otro. Esto implicaría:
– Fronteras: Definir fronteras seguras y reconocidas, con posibles ajustes territoriales basados en las líneas de 1967.
– Jerusalén: Una de las cuestiones más complejas, con propuestas que van desde la división de la ciudad en dos capitales hasta un acuerdo de administración compartida.
– Refugiados: Abordar el derecho al retorno o compensación para los refugiados palestinos desplazados en 1948 y 1967.
– Seguridad: Garantías mutuas de seguridad, posiblemente incluyendo desmilitarización de ciertos territorios y cooperación en la lucha contra el terrorismo.
Posiciones de las Partes Involucradas
– Israel: La postura de Israel ha variado entre gobiernos. Mientras algunos han mostrado interés en la solución de dos estados, otros han priorizado la seguridad y expansión de asentamientos, lo que complica la viabilidad de un estado palestino contiguo y viable.
– Autoridad Palestina: Han aceptado la idea de dos estados, pero con la condición de una retirada completa de Israel de los territorios ocupados y el establecimiento de Jerusalén Este como su capital.
– Hamás: Controla Gaza y oficialmente no reconoce la existencia de Israel, aunque ha habido indicios de apertura a un estado palestino en las fronteras de 1967 como parte de una solución temporal.
Reacción Internacional
La comunidad internacional, incluidas la ONU, la Unión Europea, y muchos otros países, ha apoyado consistentemente una solución de dos estados como la vía más viable para alcanzar una paz duradera. Y ante la propuesta de Trump de anexarse Gaza a los EE.UU, la idea de la sollución de Dos Estados cobró vida nuevamente. Esta postura se refleja en numerosas resoluciones y declaraciones políticas.
Desafíos
– Asentamientos: La continua expansión de los asentamientos israelíes en Cisjordania es vista como un obstáculo mayor para la creación de un estado palestino contiguo.
– Seguridad: Tanto Israel como Palestina tienen preocupaciones legítimas de seguridad que deben ser abordadas para que ambas partes se sientan seguras.
– Rechazo Político: Dentro de ambos lados hay facciones que se oponen a la idea de coexistencia, sea por motivos ideológicos, religiosos o de seguridad.Y dichas oposiciones lucen absolutamente irreconciliables.
– Jerusalén: La ciudad santa es un núcleo emocional y espiritual para ambas partes, haciendo de su estatus un punto de fricción constante.
La solución de dos estados sigue siendo la más respaldada internacionalmente, pero enfrenta desafíos que parecen insuperables sin un compromiso significativo de ambas partes y un apoyo renovado de la comunidad internacional.
Para avanzar, se requeriría no solo voluntad política sino también creatividad y flexibilidad para abordar cuestiones como la seguridad, los refugiados, Jerusalén y los asentamientos.
Estado Actual del Conflicto Gaza-Israel
Actualmente, Gaza vive un alto el fuego frágil, tras meses de intensos combates que han dejado una devastación sin precedentes. La reconstrucción es una necesidad urgente, pero la propuesta de Trump, que implica un control estadounidense sobre el territorio, complica aún más la situación.
La solución de dos estados, tradicionalmente apoyada por la comunidad internacional, parece más lejana que nunca, con esta nueva estrategia que podría alterar profundamente las dinámicas de paz y conflicto en la región.
En conclusión, la propuesta de Trump para Gaza no solo enfrenta rechazo generalizado sino que plantea una serie de desafíos legales, logísticos y humanitarios que la hacen altamente improbable.
Las reacciones internacionales indican un consenso en contra de cualquier desplazamiento forzoso, subrayando la necesidad de soluciones que respeten los derechos de los palestinos y busquen la paz más allá de los intereses políticos inmediatos.
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Trump y su guerra bluff de aranceles