La autoestima se trata de la opinión que tenemos de nosotros mismos, nuestro propio valor, basado en nuestros pensamientos, sentimientos y sensaciones. Hablemos de autoestima.
La autoestima se forma desde nuestra niñez, según fuimos tratados por nuestro entorno más cercano; un niño amado, aceptado y respetado, será un adulto con buena percepción de si mismo.
Cuando una persona tiene la autoestima baja no se quiere, no se acepta y es incapaz de ver sus cualidades.
Si crees que tienes problemas de autoestima, es prudente que busques el origen de tu baja autoestima
Vamos a abordar algunos consejos y pasos para que puedas valorar tu autoestima y poerte manos a la obra a trabajarla.
El ser humano tiende a evitar y a no enfrentarse a lo que teme, esta es la salida más sencilla, rápida y fácil a corto plazo ya que elimina la ansiedad que la situación provoca.
Pues bien, ahora se sabe que el principal enemigo de nuestra autoestima es huir y no hacer nada. La autoestima crece cuando enfrentamos los miedos y baja cuando escapamos de el, aún sintiendo con esto alivio.
Cuando no conseguimos los objetivos que deseamos nos frustramos, comenzamos a sentir que no valemos, esto no ocurre cuando son los valores y no los objetivos lo que marcan el norte a donde queremos llevar nuestra vida.
Si no consigues lo que quieres fallan los objetivos, los valores siguen intactos, lo que hiciste para tratar de conseguirlos aún sigue ahí, tú perseverancia, la entrega, el esfuerzo, eso siempre estará ahí para llenarte de orgullo, y siempre se puede intentar con éxito cualquier otra meta.
Todos tenemos algunas cualidades que se nos dan especialmente bien, cuando existe autoestima baja cuesta muchísimo identificarlas, solo piensa en 5 logros que hayas conseguido hasta ahora, profesional, académico, de pareja etc.
Se generoso contigo y mete en la lista todo lo positivo que has hecho.
Al hablar contigo mismo se amable y positivo, no te critiques, castigues, ni menosprecies, cuando aparezca un pensamiento negativo hacia ti cuestiona si estás siendo objetivo o irracional, aprende a quererte en lugar de maltratarte.
Cuando entiendas que tus pensamientos irracionales te causan emociones negativas ya éstas no tendrán poder sobre ti, racionaliza.
Debes cuidar en todo momento la calidad de tu diálogo interno. Los pensamientos pueden crear realidades.
Perdona todos tus errores y comprométete a ser mejor cada día, con eso es suficiente para lograr avanzar.
La autocompasión consiste en tratarte con la misma empatía con la que tratarías a alguien que amas mucho. Aprende a darte apoyo y ser comprensivo, en lugar de criticarte y juzgarte constantemente.
Aprende a calmarte y reconfortarte para volver a intentarlo, en lugar de castigarte cuando cometes un error.
Hacer deporte incrementa la autoestima a corto plazo, al menos 30 minutos de ejercicio moderado al día son suficientes para reducir los niveles de cortisol y aumentar tu bienestar gracias a la liberación de endorfinas.
Cuida de ti mismo tanto física como emocionalmente, realizando actividades que te hagan sentir bien. El ejercicio físico es una de estas actividades.
Ponerte en acción es clave. El poder de tus pensamientos hacia tí mismo moldeará tu actitud, y por lo tanto, moldeará tu vida.
Define objetivos claros y medibles que puedas cumplir progresivamente. Una de las sensaciones que más alimentan la autocinfianza, es la de ver los propios logros concretados.
Ir paso a paso con metas realistas será un camino pleno de alegrías y aprendizajes.
Busca relaciones saludables que fomenten tu confianza y evita a las personas tóxicas.No es fácil a priori, pero esta es una de las medidas más decisivas que deberás tomar.
Elimina por completo en lo posible todo contacto con personas que no te respeten o te menosprecien. Nadie merece menosprecio. No transijas bajo ninguna circunstancia con tratos que te rebajen como persona.
Agradece y aprecia las cosas buenas de tu vida, lo cual te ayudará a valorarte más.
Practicar la gratitud de manera regular puede tener un impacto positivo en la salud mental, reduciendo el estrés, la ansiedad y la depresión.
Cultivar una actitud de gratitud no solo beneficia nuestra salud mental, y con ello nuestra autoestima, sino que también contribuye a un mundo más amable y solidario.
Recuerda que mejorar la autoestima es un proceso gradual que requiere paciencia y perseverancia y siempre puedes mejorar. ¡Ánimo!
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