Las irregularidades han marcado de manera indeleble el proceso electoral presidencial de EE.UU este 2020. Numerosas irregularidades ya tiñen de sabotaje y fraude estos comicios particularmente polarizados.
La organización Judicial Watch anunció en una nota de prensa ayer que 353 condados de EE. UU. tenían 1.8 millones de votantes registrados más que ciudadanos elegibles en edad de votar.
Dicho de manera más clara, las tasas de registro de esos condados excedieron el 100% de los votantes elegibles.
El estudio encontró ocho estados que muestran tasas de registro superiores al 100%: Alaska, Colorado, Maine, Maryland, Michigan, Nueva Jersey, Rhode Island y Vermont.
El estudio de septiembre de 2020 recopiló los datos de registro más recientes publicados en línea por los propios estados. Luego, estos datos se compararon con las estimaciones de población de los cinco años más recientes de la Oficina del Censo, recopiladas por la Encuesta de la Comunidad Estadounidense (ACS) de 2014 a 2018.
El último estudio de Judicial Watch se limita a 37 estados que publican actualizaciones periódicas de sus datos de registro.
Judicial Watch se basa en sus estudios de registro de votantes para advertir a los estados que no están cumpliendo con los requisitos de la Ley Nacional de Registro de Votantes de 1993, que requiere que los estados hagan esfuerzos razonables para limpiar sus listas de votantes.
Judicial Watch puede demandar a los estados, y efectivamente ha demandado para hacer cumplir la ley federal.
Judicial Watch demandó a Colorado por no cumplir con la Ley Nacional de Registro de Votantes, y demandó a Pensilvania y Carolina del Norte por no hacer esfuerzos razonables para eliminar a los votantes no elegibles de sus listas, como lo requiere la ley federal.
Judicial Watch en las demandas alega que los dos estados tienen casi 2 millones de nombres inactivos en sus listas de registro de votantes.
En septiembre de 2020, Judicial Watch demandó a Illinois por negarse a divulgar los datos de la lista de votantes en violación de la ley federal.
“El nuevo estudio muestra 1.8 millones de votantes en exceso o ‘fantasmas’ en 353 condados en 29 estados”, dijo el presidente de Judicial Watch, Tom Fitton.
“Los datos resaltan la imprudencia de enviar por correo a ciegas boletas y solicitudes de boletas a las listas de registro de votantes. Las listas de votación sucias pueden significar elecciones sucias. “.Añadió Fitton.
En varios centros de totalización de votos se ha impedido el acceso a observadores del candidato presidente Trump.
Así mismo circulan numerosos videos en redes sociales donde se pueden apreciar a individuos depositando repetidamente boletas de votación a favor del candidato demócrata, Joe Biden.
Estos videos han sido retirados casi de inmediato por la red social Twitter, pero cada vez más usuarios hacen capturas de dichos videos en sus dispositivos antes de que Twitter los elimine, y vuelven a subirlos para que el mundo sepa que han estado ocurriendo irregularidades.
El equipo legal de Trump ha solicitado a las Cortes Supremas de estados en disputa, detener el conteo de papeletas por correo recibidas tras el cierre de la jornada electoral, y sobre la mesa se barajan varias posibilidades legales, entre ellas “Impugnar los resultados en los estados disputados”.
Mientras la avalancha de denuncias por fraude electoral con todo tipo de argucias y trampas aumenta, para ser evidente que el mandatario habría arrasado en estas elecciones a pesar de haber sido eliminadas miles de boletas de votación a favor suyo.
Trump se dirigió a la nación este jueves a las 8:00 pm y expresó que solicitará a la Corte Suprema el conteo de “cada voto legal”, remarcando que su adversario expresó poco antes que solicitaría el conteo “de cada voto”, lo que supone conteo de votos ilegales. La batalla final ante la Suprema Corte está servida.
El mandatario estadoundiense se proclamó ganador, y denunció públicamente que los EE.UU fueron víctima de un “aparato electoral” de fraude controlado por los demócratas. Así mismo destacó que acudiría a cada corte suprema de cada estado a denunciar las irregularidades.
“No podemos dejar que esto le pase al país”, subrayó Trump.
Sin embargo el daño a la institucionalidad estadounidense es irreversible. La ruptura en la fortaleza y credibilidad de sus instituciones, aunado a una profunda división en lo interno son el legado de estas elecciones presidenciales, indistintamente de su resultado final.
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