Alexei Navalny un líder opositor que desafió al Kremlin hasta el final
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Alexei Navalny un líder opositor que desafió al Kremlin hasta el final

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Alexei Navalny, el político ruso que se convirtió en el principal adversario del presidente Vladimir Putin, murió este viernes en una prisión de Siberia, según confirmó el servicio penitenciario del país. Tenía 47 años. Alexei Navalny un líder opositor que desafió al Kremlin hasta el final.

Alexei Navalny líder opositor que desafió al Kremlin hasta el final

La  muerte de Navalny ha generado conmoción y repudio dentro y fuera de Rusia, donde miles de personas salieron a las calles para rendirle homenaje y exigir justicia por lo que consideran un asesinato político.

Navalny fue un abogado, activista anticorrupción y bloguero que logró por motivos diversos movilizar a millones de seguidores con sus denuncias contra el régimen de Putin y sus propuestas de cambio para Rusia.

Un opositor incansable

Navalny nació el 4 de junio de 1976 en Butyn, una localidad de la región de Moscú. Se graduó de derecho en la Universidad Rusa de la Amistad de los Pueblos de Moscú en 1998 y obtuvo una beca del programa World Fellows la Universidad de Yale en 2010.

Navalny comenzó su carrera política en 2000, cuando se unió al partido liberal Yabloko. Sin embargo, fue expulsado en 2007 por sus críticas internas y sus contactos con grupos nacionalistas.

En 2007, lanzó el Movimiento Nacional de Liberación de Rusia, (conocido como NAROD, la palabra rusa para “pueblo”).

En 2008, creó el Fondo de Lucha contra la Corrupción (FBK), una organización no gubernamental que se dedicó a investigar y difundir los casos de malversación, nepotismo y enriquecimiento ilícito de las élites políticas y empresariales rusas.

A través de su blog y sus redes sociales, Navalny publicaba informes detallados y videos virales que revelaban los escándalos de corrupción de altos funcionarios, ministros, gobernadores y oligarcas cercanos al Kremlin.

Uno de sus videos más famosos fue el que acusó al primer ministro Dmitry Medvedev de poseer un imperio de propiedades y yates financiado por sobornos. El video tuvo más de 36 millones de visitas y provocó una ola de protestas en 2017.

Navalny también se destacó por su participación en las manifestaciones masivas contra el fraude electoral en las elecciones parlamentarias de 2011, que fueron reprimidas por las fuerzas de seguridad del régimen ruso.

En 2013, se presentó como candidato a la alcaldía de Moscú y obtuvo el segundo lugar con el 27% de los votos, lo que lo consolidó como una figura política relevante.

Un blanco de persecución

La popularidad y el activismo de Navalny le valieron el hostigamiento y la represión del régimen ruso, que intentó silenciarlo y desacreditarlo por todos los medios posibles.

Desde 2011, Navalny fue sometido a varios procesos judiciales por cargos que él siempre negó y denunció como fabricados. Fue condenado en varias ocasiones por delitos como malversación, fraude, difamación y extremismo, cargos típicos de regímenes canallas y cobardes como el ruso.

En 2014, fue sentenciado a tres años y medio de prisión con libertad condicional por un caso de desvío de fondos de una empresa estatal. Su hermano Oleg recibió la misma pena pero sin libertad condicional.

En 2017, fue inhabilitado para presentarse a las elecciones presidenciales de 2018 por tener antecedentes penales. Navalny impugnó la decisión ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que la declaró arbitraria e injusta.

En 2019, fue arrestado varias veces por convocar a protestas contra la exclusión de candidatos opositores en las elecciones locales. En una de esas detenciones, sufrió una grave reacción alérgica que él atribuyó a un posible envenenamiento.

En 2020, fue víctima de otro atentado contra su vida cuando fue envenenado con un agente nervioso del grupo Novichok durante un viaje a Siberia. Navalny logró sobrevivir gracias a que fue trasladado a un hospital en Alemania, donde recibió tratamiento durante cinco meses.

Un desafío al poder

A pesar del riesgo que implicaba volver a Rusia, Navalny decidió regresar a su país en enero de 2021, argumentando que no tenía nada que temer ni de qué escapar.

Su llegada fue recibida por una multitud de simpatizantes y periodistas, pero también por la policía, que lo detuvo en el aeropuerto por violar los términos de su libertad condicional.

Un tribunal ordenó su encarcelamiento por dos años y medio, lo que desató una ola de protestas masivas en todo el país, que fueron duramente reprimidas por las autoridades. Más de 10.000 personas fueron detenidas y cientos resultaron heridas.

Desde la prisión, Navalny continuó denunciando la corrupción y el autoritarismo del gobierno de Putin, al que llamó “ladrón” y “asesino”. También publicó una investigación sobre un supuesto palacio de lujo que pertenecería al presidente ruso en la costa del Mar Negro. El video tuvo más de 100 millones de visitas.

Navalny también se convirtió en un símbolo de resistencia y dignidad al soportar las duras condiciones de la cárcel, donde sufrió torturas, amenazas, aislamiento y falta de atención médica.

En marzo de 2021, inició una huelga de hambre para exigir que le permitieran ver a un médico de su confianza por los fuertes dolores que padecía en la espalda y las piernas. Su estado de salud se deterioró rápidamente y sus aliados advirtieron que estaba al borde de la muerte.

Una muerte sospechosa

El viernes 16 de febrero, el servicio penitenciario del distrito de Yamalo-Nenets informó que Navalny había fallecido en la colonia penal número 2 de Pokrov, donde estaba recluido.

Según la versión oficial, Navalny salió a dar un breve paseo por el patio de la prisión, dijo que se sentía mal, luego se desplomó y nunca recuperó el conocimiento. Se le practicaron maniobras de reanimación pero no respondió.

El servicio penitenciario dijo que se estaba investigando la causa de su muerte y que se había ordenado una autopsia. También afirmó que Navalny había recibido toda la asistencia médica necesaria durante su encierro.

Sin embargo, la portavoz de Navalny, Kira Yarmysh, denunció que se trataba de un asesinato político orquestado por el Kremlin y que el cuerpo de Navalny estaba siendo retenido por las autoridades para ocultar las pruebas del crimen.

La muerte de Navalny ha generado una ola de condena y consternación internacional, así como llamados a una investigación independiente y transparente sobre lo ocurrido.

Mensaje en caso de muerte

En 2021, Alexei Navalny participó en el documental Navalny (2022) recogido por HBO Max y dirigido por Daniel Roher. En este documental contó que había sido víctima de ataques verbales, físicos y arrestos por su activismo y papel en la oposición al régimen de Putin.

Al final de dicho documental Navalny dejó un mensaje en caso de que lo matasen.

“…tengo una cosa muy importante que decir: no pueden rendirse. Si deciden matarme, significa que somos increíblemente fuertes”, dijo Navalny en ese mensaje final.

“Necesitamos utilizar ese poder para no rendirnos, para recordar que somos un gran poder que está siendo oprimido por estos malos tipos.”

“La única cosa necesaria para el triunfo del mal es que la gente buena no haga nada. Entonces, no sean indiferentes”

Opositores eliminados

Según diversas organizaciones de derechos humanos, al menos 30 opositores políticos han sido asesinados o han muerto en circunstancias sospechosas en Rusia desde que Putin llegó al poder en 2000.

Navalny fue uno de ellos, pero también uno de los más valientes y perseverantes en su lucha por una Rusia libre y democrática.

Putin sólo creó un mártir, y repudio eterno hacia su pestilente existencia que quedará para los anales de la historia universal como una mancha.

A los tiranos la idiotez les sienta de maravilla: crean mártires mientras condenan para siempre sus oscuras almas sin remedio. Al final no se llevan nada para el averno, más que repudio eterno y llamas a sus pestilentes almas.

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