ETQQ / 08 Mar 2019.- Venezuela entera ha sido sumida en la oscuridad, literalmente. La tragedia de un apagón nacional de más de 30 horas y contando, al momento de redactar esta nota, hacen del cuadro nacional, un retrato del horror de las consecuencias del socialismo depredador y la maldad pura.
Desde las 4:50 pm de la tarde del jueves 07 de marzo ocurrió un apagón total de electricidad que afectó a 23 estados, y que aún mantiene a más de 20 estados en penumbras, más de 30 horas después.
Oficialmente, en medio de esta nefasta situación en la que nos hallamos con un “gobierno usurpador” pero que tiene el control de los servicios del país, en especial la electricidad, y que ha ocasionado esta tragedia sin lugar a dudas con toda intencionalidad, y un gobierno legítimo que tiene slogans, hastgs y marchas triunfales de un festival Pop, y hay que decirlo, lo cierto es que las causas específicas del apagón no han sido dadas a conocer.
El régimen chavista ha salido en boca del psiquiatra Jorge Rodríguez a acusar al Senador Marco Rubio de ser el responsable de lo ocurrido.
No basta con iguanas desde 2010, sino que ahora sucede que estando militarizadas todas las instalaciones de redes eléctricas en el país, siempre hay “saboteos”, lo que implica que las fuerzas armadas venezolanas son la cosa más incompetente del planeta y que son absolutamente incapaces de encarar la seguridad del país. Es confesión de parte.
Las excusas burdas y absurdas como la anterior no fueron si quiera consideradas por la población, ya acostumbrada a justificaciones insólitas por parte del régimen.
Se ha filtrado que las turbinas de la represa del Guri se salieron de balance de su eje y por la falta de mantenimiento que arrastraban ocurrió el daño que ocasionó el apagón. Se supo también que hay problemas mayores con las compuertas de agua de la represa, lo que podría ocasionar una tragedia mayor.
Miles de personas tuvieron que caminar hasta sus hogares la noche del jueves, otras más tuvieron que dormir en plena calle ante la falta de transporte.
Sin embargo lo más trágico es que han ocurrido al menos 90 muertes en diferentes hospitales y centros asistenciales del país, muchos neonatos entre las víctimas, criaturitas que dependían de sus incubadoras para sobrevivir, a consecuencia de la falta de electricidad.
Entre los centros asistenciales con mayor ocurrencia de esta tragedia se encuentran el hospital JM de Los Ríos con cuatro niños asesinados por esta falta de electricidad, en el hospital de Maturín 15 menores asesinados por esta desgracia eléctrica, en el Hospital Central de Maracay se reportaron 6 menores asesinados por esta desgracia eléctrica.
Aquí no nos andamos con eufemismos y decimos lo que son; cada víctima fatal de este apagón que aún continúa es un asesinato más de la dictadura, y es parte de un genocidio sistemático inducido a la población venezolana.
Por otra parte las consecuencias domésticas y comerciales de una situación tan complicada como un apagón general no cesan de ocurrir; la descomposición de alimentos perecederos refrigerados deja en mayor desabastecimiento a la población. Al apagón se le suma más hambre.
En zonas de Caracas y del oriente del país se intentó restituir el suministro eléctrico sin lograr estabilidad en el mismo, permaneciendo aún la mayor parte de dichos lugares en penumbra.
Venezuela se encuentra a oscuras y paralizada por completo.
La indignación de la población se ha hecho sentir en las redes sociales, único recurso con el que han contado para tratar de estar al tanto de lo que ocurre.