El séptimo episodio de House of the dragon desenmascaró a unos y liberó a otros, y todo dentro de la lógica y el sello personal de George R.R Martin: funerales seguidos de bodas y viceversa.
El capítulo tuvo por nombre “Driftmark”, y todos los acontecimientos tuvieron lugar en esta mítica propiedad de los Velaryon.
Los rituales del reino se mantuvieron imperturbables a pesar del escándalo familiar que Viserys logró controlar (por el momento) pero que dejó al descubierto las intenciones de todos.
El cuerpo de Laena Velaryon, llegó a su hogar Driftmark para la ceremonia de funeral al estilo Velaryon.
La escena no pudo ser más densa, todos los personajes reunidos en un ambiente de luto que no fue impedimento para que cada uno prestara atención a sus propios intereses.
Rhaenyra buscaba a Daemon con la mirada, Viserys no dejaba de prestar atención a su hija y hermano, Alicent tampoco, y Otto Hightower asumiendo de nuevo sus funciones de “Mano del Rey” se sumó al club de observar con detenimiento toda la escena.
Los únicos que estaban verdaderamente afectados por la muerte de Laena eran sus padres, su hermano Laenor y sus hijas, porque su viudo, Daemon, no se midió en soltar una risa en medio de la seriedad del discurso fúnebre ofrecido por el tío de su ex mujer.
El hijo mayor de Alicent y Viserys, Aegon, no perdió oportunidad de pasar el rato acabando con toda la bebida del funeral, mientras que su hermano Aemond tuvo la gallardía de reclamar para si al dragón de Laena, la bestia más antigua de todas, Vhagar, en una escena épica.
La princesa Rhaenyra buscó a Daemon y logró expresarle lo que siente por el desde que era casi una niña. Daemon siempre titubeante con este tema intentó obviarlo, pero no pudo más ante el acercamiento de Rhaenyra.
La pareja al fin tuvo su momento, en un lugar en ruinas cerca del océano alejado de la casa de Corlys.
Corlys Velaryon sabe que su casa está en peligro, su hijo Laenor no le ha dado nietos de su sangre y piensa que su linaje debe continuar con su segundo nieto, hijo de Rhaenyra y Ser Harwin.
Aún sabiendo que sus nietos no son unos verdaderos Velaryon, Corlys desea que Lucerys Velaryon sea el amo de Driftmark, pero su esposa Rhaenys piensa que debe pasar todo a sus nietas y continuar el legado Velaryon con alguien de su sangre.
Corlys se molesta y le dice que la historia no recuerda sangre, recuerda nombres.
El temeroso Aemond vence sus miedos y logra domar a Vhagar. El príncipe no escatimó en valentía al encontrarse cara a cara con la imponente bestia hasta lograr dominarla.
En un reclamo solitario, Aemond se asestó para si, y para la causa verde, al dragón más antiguo y grande.
Al regreso de su exitosa conquista se encuentra con los hijos de Rhaenyra y las hijas de Daemon, quienes lo acusan de haber robado el dragón.
Aemond dice que ya es suyo y comienzan a pelear.
La disputa infantil escala y se vuelve sangrienta, los puños y las patadas dan paso a piedras y cuchillos, es entonces cuando el hijo de Rhaenyra ataca a Aemond con el cuchillo para defender a su hermano y a sus primas.
El ataque dejó a Aemond sin un ojo, luego todos pasan al salón de Corlys, donde un Gran Maestre cose la cara de Aemond y un enojado Viserys busca conciliar.
Alicent explota y le exige a Viserys la restitución de la lesión permanente de su hijo, como un acto de justicia pide a Viserys que le sea sacado un ojo al hijo de Rhaenyra.
Viserys no lo aprueba y una enloquecida Alicent toma la famosa daga “catspaw” para hacer justicia por sus propias manos.
Esta es la daga que tiene inscrita la profecía de Aegon, y también es la daga que se usó en el intento de asesinato de Bran en Game of Thrones, y que Arya utilizó para matar a Littlefinger y al Night King.
Nada salió como Alicent esperaba, Rhaenyra se interpuso y logró dejarla en evidencia delante de todos, sin embargo recibió una enorme herida en su brazo izquierdo que tuvo que ser suturada después.
Rhaenyra conversa con Laenor y este le dice que ya es hora de brindarle todo su apoyo como esposo, para que ella pueda ascender al trono.
Rhaenyra ve sus buenas intenciones y se conmueve, sobretodo porque sabe que no es la vida que el desea.
Luego la princesa se acerca a Daemon y le expresa en Alto Valiryo cuáles son sus deseos, que no son otros que casarse con el y subir al trono con su ayuda.
Daemon escucha atentamente y le dice que ya ella está con Laenor, pero Rhaenyra le insinúa que busque una forma de terminar con ese impedimento y Daemon le cumple.
El plan de Daemon fue fingir la muerte de Laenor para que este pudiera huir de Driftmark con su amante Ser Qarl.
Daemon mata a un hombre y luego Laenor y su amante fingen una pelea en el salón, acto seguido estos huyen y Daemon quema el cuerpo del hombre en la chimenea del salón para que crean que es Laenor.
La boda secreta entre Daemon y Rhaenyra fue realizada sólo con la familia inmediata y la autoridad oficiante, no fue una boda tradicional bajo el ritual de los 7 dioses.
La boda se hizo en Dragonstone bajo la tradición de la vieja Valyria, en un ritual que implica cortarse entre sí con Dragonglass y mezclan su sangre en un pacto de “fuego y sangre”.
Esta mezcla de sangre la hacía Aegon el Conquistador con sus hermanas.
Estos rituales, como todos los rituales de sangre solo podrá terminar en tragedia.
El episodio 7 de House of the Dragon dividió aún más los dos bandos, aunque Viserys piense que pudo controlar la situación, solo la apaciguó momentáneamente.
Solo quedan 3 capítulos y la lucha por el trono de hierro se hace cada vez más evidente, todos muestran sus intenciones a sabiendas que a Viserys le queda poco tiempo en el poder.
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