La importancia de la vitamina D en el adulto mayor es de primer orden para la prevención y el tratamiento de las enfermedades asociadas con el envejecimiento.
Anteriormente el papel de la vitamina D se centró en el mantenimiento de la salud esquelética en el adulto mayor.
Luego se descubrió que los receptores de vitamina D ayudaban en los sistemas nervioso, cardiovascular y endocrino.
Los niveles bajos de vitamina D pueden afectar drásticamente el bienestar físico y mental de una persona, y a medida que las personas envejecen, el riesgo de deficiencia de vitamina D aumenta significativamente.
Por lo tanto, es importante comprender la relación entre la vitamina D y las enfermedades crónicas en el adulto.
La evidencia sugiere que la vitamina D juega un papel importante en el desarrollo del cerebro y el desempeño cognitivo.
Se han identificado varios receptores de vitamina D en regiones del cerebro que afectan la cognición y el estado de ánimo.
Esto sugiere que los niveles bajos de vitamina D pueden estar asociados con deterioro cognitivo y síntomas de depresión.
El deterioro cognitivo es un problema de salud mental devastador que incluye varias enfermedades, que van desde el deterioro cognitivo leve hasta las etapas avanzadas de la demencia.
A medida que una persona envejece, su riesgo de deterioro cognitivo aumenta drásticamente; afecta a casi el 25% de todas las personas mayores de 65 años en los EE. UU.
Estudios recientes sugieren que los niveles bajos de vitamina D en los adultos mayores se asocian con una mayor incidencia de deterioro cognitivo.
La deficiencia de vitamina D va de la mano con la depresión en adultos, se está estudiando el efecto de la vitamina D en la prevención y el tratamiento para esta condición.
Aproximadamente 10 millones de adultos, mayores de 50 años, padecen osteoporosis y 34 millones tienen masa ósea reducida u osteopenia.
Se ha confirmado que la vitamina D y el calcio juegan un papel vital en el sistema esquelético, los niveles bajos de vitamina D provocan una reducción de la absorción de calcio en los intestinos, lo que conduce a la osteoporosis.
Los niveles bajos de vitamina D se relacionan con un mayor riesgo de caídas y fracturas, debilidad muscular y funcionamiento y equilibrio físicos deficientes.
Con el consumo de vitamina D, las fracturas no vertebrales y de cadera se redujeron en casi un 20% en las personas que consumían más de 400 UI de suplementos de vitamina D al día.
El papel de la vitamina D en la salud cardiovascular parece disminuir la mortalidad general en los ancianos.
La vitamina D protege al corazón, según algunos estudios recientes, que hacen hincapié a la importancia de ingerir este suplemento en la población adulta.
La hipertensión es un factor de riesgo importante que contribuye a la enfermedad cardiovascular.
El riesgo de hipertensión aumenta con la edad, algunos estudios han demostrado una asociación entre los niveles bajos de vitamina D y una mayor incidencia de presión arterial alta.
La evidencia acumulada sugiere que una interrupción en la regulación de la vitamina D dentro del cuerpo puede contribuir al desarrollo de diabetes tipo 2.
Por este motivo, se ha propuesto la ingesta de la vitamina D para ayudar a prevenir y tratar la diabetes.
El sistema inmunológico es la defensa de nuestro cuerpo contra bacterias, virus, parásitos, hongos y cánceres dañinos.
A medida que una persona envejece, su sistema inmunológico se deteriora gradualmente. Este proceso natural se conoce como inmunosenescencia.
El sistema inmunológico de un adulto mayor pierde progresivamente su capacidad para combatir las infecciones y desarrollar una inmunidad activa.
Esto lleva a un aumento de las tasas de mortalidad en los ancianos.
La vitamina D ayuda a regular las respuestas inmunitarias. Los niveles más altos de vitamina D pueden reducir el riesgo de desarrollar varios cánceres.
Entre estos cánceres se encuentran: mama, próstata y colon.
La suplementación con vitamina D es la opción de tratamiento más apropiada para la población adulta mayor, y es una alternativa segura y rentable para tratar la deficiencia de esta vitamina.
Las nuevas pautas médicas indican que la suplementación recomendada de vitamina D en los niños mayores de 1 año y los adultos de hasta 70 años es de 600 UI al día.
Por su parte, los adultos mayores de 70 años deberían consumir 800 UI de vitamina D al día.
El papel de la vitamina D es importante para la salud ósea y cardiovascular, el cáncer y el sistema inmunológico.
Los suplementos de vitamina D son necesarios para prevenir las enfermedades crónicas del envejecimiento, y aportan un beneficio significativo para mejorar la calidad de vida.
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