El polémico y nada beneficioso nuevo impuesto aplicado por el régimen de Maduro afecta las operaciones en dólares, divisas extranjeras y criptomonedas que se realicen en Venezuela, independientemente de su monto.
Desde un primer momento muchas voces se han quejado sobre este IGTF, equiparándolo a un aumento del Impuesto al Valor Agregado (IVA, de un impuesto de 16%).
“2022 será el año de recuperación definitiva del bolívar como moneda nacional”, Dijo en diciembre pasado Delcy Rodríguez. Ahora bien, haciendo las cosas a las malas sólo han logrado dañar nuevamente al ciudadano.
La mayoría de expertos considera que la tímida mejoría económica de Venezuela en 2021 es producto de la liberalización de los severos controles de precios y de cambios que han signado la economía del país desde 2002, por lo que este nuevo tributo es visto como un retroceso, el cual ya está ocasionando consecuencias inflacionarias en medio de una mayor incertidumbre, y sin que hayan sido corregidas las condiciones que originaron el quiebre de la confianza en el Bolívar.
De acuerdo con Ecoanalítica, actualmente el 60% de los pagos que se hacen en comercios en Venezuela son en divisas, de las cuales 65% se manejan en efectivo.
El intento de apuntalar el uso del Bolívar poniendo un impuesto a las transacciones en dólares es considerado por los expertos como una jugada prematura, debido a que no hay condiciones de asentamiento ni confianza.
Si la persona no quiere pagar este infelíz impuesto, tiene la alternativa de hacer sus pagos directamente en bolívares o abrir en algún banco venezolano un tipo de cuenta en dólares, que al momento de la compra hace el cambio del monto requerido a bolívares automáticamente, así el pago no resulta pechado.
Un problema práctico radica en que muchos venezolanos no disponen de una cuenta en divisas, aunque disponen de efectivo.
El IGTF no hace distinción entre el monto de la compra ni en el tipo de producto o servicio que se esté pagando, sino simplemente en el tipo de moneda que se usa y en si el comerciante o proveedor es un “agente especial” de retención de ese impuesto.
Sin embargo el Seniat tiene que entregar una carta a esa empresa o comercio diciéndole expresamente que es agente especial. No cualquiera que tenga un negocio puede cobrar el impuesto.
A través del portal del Seniat los comercios calificados pueden realizar la declaración del IGTF.
Una vez dentro del portal, en la sección tributos, el contribuyente (comerciante calificado como agente especial de retención del IGTF) deberá ingresar en la opción servicios de declaración, y en la sección IGTF deberá hacer clic sobre el botón, ir al sistema y seguir los pasos.
Puede revisar el instructivo del SENIAT AQUÍ.
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