La polémica en torno a la candidata a vacuna cubana contra el COVID-19, Abdalá, sigue acentuándose. Ante la ausencia de informes clínicos comprobables, y sin contar con aprobación de organismos internacionales, el empeño del régimen de Maduro en usar tal candidata a vacuna, coloca como “conejillos de indias” a los venezolanos. Por ello se suman voces que recomiendan no colocarse la vacuna cubana contra el COVID-19.
Una de las primeras voces gremiales en hacerse notar fue la de la Asociación de Investigadores del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Asoinivic), organización que manifestó su preocupación ante la compra por parte del régimen de Maduro de la candidata cubana a vacuna contra el COVID-19 Abdala, cuyo ensayo de la fase 3 no ha sido aprobado por la Organización Mundial de la Salud.
En un comunicado Asoinivic reconoció el esfuerzo de Cuba para desarrollar una vacuna contra el COVID-19 que se sume a las ya disponibles, sin embargo, resalta la importancia de que su candidata a vacuna cumpla las fases clínicas de evaluación requeridas.
En su comunicado Asoinvic destacó que los estudios clínicos respectivos deben ser publicados en revistas avaladas por pares y aprobados por alguna agencia reguladora, lo cual no ha ourrido con Abdalá.
Hasta la fecha ni los estudios fases 1 y 2 (seguridad e inmunogenicidad) ni la fase 3 (eficacia) están publicados en alguna revista científica aunque sea “en formato prepublicación” explica Asoinvic en su comunicado.
Aunque Asoinvic en su comunicado no sugiere expresamente la no aplicación de esta candidata a vacuna, si fija posición en cuanto a que su aplicación debe ser en todo caso, en modalidad de “ensayo clínico” y con aprobación de los voluntarios para recibirla.
Por su parte la Federación Médica Venezolana adoptó una posición más firme en cuanto a la candidata a vacuna cubana, y expresamente rechaza la aplicación de dicho fármaco por ser éste “un producto biológico experimental”.
El presidente de la Federación Médica Venezolana, León Natera dijo este miércoles que “los ciudadanos venezolanos no somos conejillos de indias”.
«La Abdala no es una vacuna. Es un producto biológico experimental que no ha sido autorizado por el Centro de Control de Medicamentos Cubanos ni por la Organización Panamericana de la Salud (OPS)» dijo Natera en una nota de prensa.
«Los ciudadanos venezolanos no somos conejillos de indias y la Federación Médica alerta a la población a no dejarse inyectar con esa supuesta vacuna, que no es ninguna vacuna», advirtió Natera este miércoles.
La Academia Nacional de Medicina, la Asociación de Investigadores del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas y la organización Médicos Unidos de Venezuela han hecho la misma advertencia: La candidata a vacuna Abdala ni siquiera ha empezado a ser supervisada por la Organización Mundial de la Salud y no ha cumplido todos los pasos para considerarla una vacuna de eficacia comprobada.
Por lo pronto se suman voces que recomiendan no colocarse la vacuna cubana contra el COVID-19, la cual ya empezó a ser aplicada desde esta semana.
Con información de EFE.
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