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Venciendo el sedentarismo de manera sencilla

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Procurar buenos hábitos para mantener una salud óptima es una prioridad. Tener un mínimo de actividad física nos ayudará en ese propósito, y saber hallar espacio y tiempo para ello es importante. Venciendo el sedentarismo de manera sencilla es posible, siempre con actitud e insumos cercanos que podemos tener en casa.

El cuerpo humano está diseñado para moverse, la evolución del hombre en casi nada ha modificado este principio, a pesar de los cambios, esto permanece inalterable, si queremos tener buena salud debemos comenzar a movernos más.

Enfermedades cardíacas, riesgo de diabetes, mala circulación  sanguínea, cambios en la presión arterial, pérdida de músculo y fuerza, son algunos de los peligros de una vida sedentaria.

La buena noticia es que hay mucho que podrías hacer sin tener que pasar agotadoras horas en el gimnasio. Desde tu casa puedes hacer mucho por tu salud física y ponerte en forma venciendo el sedentarismo.

Venciendo el sedentarismo de manera sencilla. Ideas

Puedes hace grandes cambios con pequeños ajustes diarios, utiliza tu teléfono y programa alarmas que te recuerden que debes hacer algún tipo de actividad sencilla, aún estando sentado, por ejemplo: mover tus piernas, levantar y bajar el talón es una gran forma de ejercitar mientras trabajas.

Cuando puedas levantarte, hazlo, camina alrededor, por cada dos horas sentado camina cinco minutos.

Si estás en la calle camina rápido, quemarás calorías, darás fuerza a los músculos de las piernas y tu corazón y pulmones se verán beneficiados.

Sube  las escaleras en lugar de tomar el ascensor. Es una manera muy práctica de vencer el sedentarismo.

Procura estacionarte lo más lejos posible, caminarás más.

Cualquier momento es bueno para hacer sentadillas, incluye unas 30 diarias.

Si estás viendo tv, levántate y camina durante los comerciales

Hay más maneras de vencer el sedentarismo de una forma sencilla. Limpia tu casa, busca tu la pizza -no esperes que te la lleven- lava tu auto, camina hasta la tienda, ten pequeñas pesas en tu escritorio y en cada descanso tómalas, al final del día, sin darte cuenta, habrás entrenado tus brazos.

El ejercicio no siempre tiene que ser intenso para ser efectivo, en tus tareas diarias siempre puedes procurar un extra movimiento que se traducirá en salud.

 

Ver también:

La actitud correcta para alcanzar los objetivos en la vida

 

 

 


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