Vacunados contra la tuberculosis tendrían mayor defensa contra el coronavirus
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Vacunados contra la tuberculosis tendrían mayor defensa contra el coronavirus

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La diferencia de las muertes por coronavirus entre países como por ejemplo España y Portugal son abismales, tal disparidad en estos números es misteriosa, pero podría explicarse por el uso diferente de una vacuna por parte de los dos países.

No es una vacuna contra el COVID-19, ya que aún no existe vacuna, se trata de la vacuna contra la tuberculosis que tiene casi un siglo de antigüedad y parece ser la diferencia en estos números tan dispares.

Un nuevo estudio científico ha descubierto una relación entre países donde es obligatorio vacunarse contra la tuberculosis, también llamada “Bacillus Calmette-Guerin” (BCG), y la forma como ha impactado el coronavirus.

“Descubrimos que los países sin políticas universales de vacunación con BCG (Italia, Holanda, EE.UU.) se han visto más gravemente afectados en comparación con los países con políticas universales y antiguas de BCG”, aseveraron los autores del estudio.

“Ha habido informes de que la vacuna BCG puede producir una amplia protección contra las infecciones respiratorias”, explicó en su cuenta de Twitter Gonzalo Otazu, investigador del Instituto de Tecnología de Nueva York y uno de los autores de este estudio .

“Observamos los datos: los países que nunca implementaron una vacuna universal BCG se vieron muy afectados por COVID-19, con un alto número de muertes per cápita”.

Otazu comparó países donde la vacuna contra la tuberculosis se ha aplicado universalmente, donde todos deben vacunarse, y países donde no se aplica.

Italia, un país con un alto número  número de muertes por COVID-19, nunca ha aplicado universalmente la vacuna contra la tuberculosis.

Japón, que ha reportado pocas muertes por coronavirus, no llegan ni a 100 muertes hasta el momento y ha tomado medidas de contención menos estrictas, tiene una política universal de vacunación contra la tuberculosis.

Los investigadores también compararon Irán con Japón, dos países que han aplicado la vacuna universal BCG, pero en diferentes momentos.

Japón comenzó su política universal de vacunación con BCG en 1947, mientras que la política iraní se puso en marcha en 1984.

“Los países que tienen un comienzo tardío de la política universal de BCG (Irán, 1984) tuvieron una alta mortalidad, consistente con la idea de que BCG protege a la población de ancianos vacunados”, concluyen  los autores.

“También encontramos que la vacuna BCG redujo el número de casos reportados de COVID-19 en un país”.

El diferente impacto del coronavirus en Europa occidental y oriental

La investigación también podría explicar la diferencia entre el impacto del coronavirus en Europa occidental y oriental, porque las políticas de vacunación universal contra la tuberculosis se extendieron ampliamente en los países de la antigua Unión Soviética (URSS).

Los estados del este de Alemania, que formaron parte de la URSS como Alemania Oriental hasta la reunificación en 1990, tienen un número menor de casos de COVID-19 por cada 100,000 personas, según el recuento nacional del Instituto Robert Koch.

En España, segundo país de Europa en muertes por coronavirus, solo una región, el País Vasco, incluye la vacuna BCG en su política de vacunación oficial, según los Anales Españoles de Pediatría .

Ensayos clínicos comienzan en Australia

Un equipo de investigadores australianos anuncian que comenzaron a probar la vacuna contra la tuberculosis a gran escala para ver si puede proteger al personal de atención médica del coronavirus.

Unos 4.000 trabajadores de hospitales australianos participarán en el ensayo clínico que buscará determinar si la vacuna contra la tuberculosis puede reducir los síntomas de COVID-19, dijeron investigadores del Instituto Murdoch en Melbourne.

“Aunque originalmente se desarrolló para la tuberculosis la BCG también aumenta la capacidad inmunológica básica del cuerpo, ayudándolo a responder con mayor fuerza a los gérmenes”, dijeron los investigadores.

“Esperamos ver una reducción en la frecuencia y severidad de los síntomas del COVID-19 en los trabajadores de la salud que han sido vacunados con BCG”, explicó el jefe del equipo de investigación, Nigel Curtis.

Pruebas similares también se llevarán a cabo en otros países, como Holanda, Alemania y el Reino Unido.

Si los médicos pueden demostrar que el ensayo clínico es exitoso, los ancianos y otras personas que son vulnerables al COVID-19 debido a condiciones subyacentes podrían recibir la vacuna contra la tuberculosis para hacer frente a futuros brotes del coronavirus.

Una vacuna de hace un siglo.

Los científicos franceses comenzaron a desarrollar la vacuna BCG en 1908 y los primeros ensayos en humanos comenzaron en 1921 . El nombre BCG, Bacillus Calmette-Guerin, proviene de los nombres de los dos bacteriólogos involucrados: Albert Calmette y Camille Guerin.

La tuberculosis es causada por bacterias que atacan los pulmones. Las personas lo contraen al estar en contacto cercano con una persona infectada cuando estornudan o tosen.

La enfermedad se volvió  común después de la Segunda Guerra Mundial y el uso de la droga se extendió durante la década de 1950, cuando se crearon grandes hospitales especializados para tratar a pacientes con tuberculosis.

La tuberculosis es altamente infecciosa y, a pesar de ser una enfermedad curable, cada año 10 millones de personas se infectan y 1.5 millones mueren a causa de ella, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La BCG ha sido catalogada por la Organización Mundial de la Salud como la vacuna más segura jamás desarrollada en el mundo. Más de 3 mil millones de personas están vacunadas.

Si bien varios países, incluido Estados Unidos, no administran regularmente la vacuna BCG, todavía se usa ampliamente en los países en desarrollo, como Latinoamérica.

Pero, ¿por qué China ha tenido una alta morbilidad y mortalidad con Covid-19 a pesar de una política universal de BCG desde la década de 1950?

El estudio dijo que China tenía una política debilitada durante la Revolución Cultural en las décadas de 1960 y 1970, que podría haber creado “un grupo de posibles anfitriones que se verían afectados y propagarían COVID-19”.

Además, China no ha tenido un aumento tan pronunciado en su curva en comparación con otros países sin políticas universales, como Italia, España y Estados Unidos.

También se discute si diferentes cepas de la vacuna BCG podrían tener distintas tasas de eficacia.

Lo que está siendo visible es que se observan menos muertes por coronavirus en países que requieren la vacuna contra la tuberculosis

Se consideró que los datos sobre casos confirmados de países del tercer mundo no eran lo suficientemente confiables como para emitir un juicio firme hasta la fecha.

Se recomienda precaución

“La gente no debe acumular o tratar de recibir la vacuna BCG como lo hicieron con el papel higiénico”, dijo Otazu.

En cualquier caso, la vacuna BCG no debería ser la única herramienta para combatir COVID-19.

“Ningún país del mundo ha logrado controlar la enfermedad solo porque la población estaba protegida por BCG”, dijo Otazu.

Siempre será necesario implementar el distanciamiento social, las pruebas y el aislamiento de casos para controlar la propagación de la enfermedad.

 

Ver también:

Tasa de recuperación del coronavirus

 


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