ETQQ / 09 May 2019.- Cuando han ocurrido hechos de persecución contra diputados de la Asamblea Nacional en lo que sin duda es una escalada de represión contra la disidencia a la narcodictadura chavista, resulta insólito para millones de personas dentro y fuera de Venezuela que Juan Guaidó no adopte una postura de conducción efectiva de la situación y no articule la convocatoria de aliados en acatamiento al Artículo 187, numeral 11 de la Constitución.
Durante la noche de ayer 08 de mayo fue detenido por elementos del SEBIN el diputado Edgard Zambrano, Primer Vicepresidente de la Asamblea Nacional, quien permanece en reclusión. Así mismo la narcodictadura ha instruído órdenes de captura hacia más diputados, obligando al menos a dos de ellos, Richard Blanco y Américo De Grazia a solicitar protección diplomática en las embajadas de Argentina e Italia respectivamente.
Pese a que muchos seguidores de Guaidó lo justifican más que a ningún otro ídolo de rock o estrella Pop, con pasión y fanatismo ciegos, tal como ocurrió hacia el nefasto difunto “comandante intergaláctico” Hugo Chávez en su momento, ciertamente ha quedado en evidencia una falta de capacidad, de coherencia y un dejo de desinterés en la cabal conducción de la situación que el país requiere en estos delicados momentos.
Tras el fracaso de la llamada “operación libertad” con los hechos acaecidos durante los días 30 de abril, 1ro y 2 de mayo, que costaron asesinatos de personas indefensas –menores de edad entre ellas – y más presos políticos y militares, incluídos ahora el diputado Zambrano, y diputados refugiados, pero con un Leopoldo López mesiánico queriendo ser centro de atención, ciertamente no se justifica la ausencia de coherencia con las prioridades que el país tiene y exige, de cara a la urgencia que por los cortes de electricidad, hiperinflación y represión política el país atraviesa.
Ha causado una enorme indignación a su vez la desconexión que desde las Asamblea Nacional se ha tenido para con la gravedad de los padecimientos diarios que acosan a los venezolanos en el país. Durante la sesión del martes 07 de mayo se hizo un manejo mediático de la propuesta de reincorporación de Venezuela al TIAR – Tratado Interamericano de Asistencia Militar Recíproca – punto crucial para muchos debido a las posibilidades de permitir asistencia militar para palear los abusos de la narcodictadura en Venezuela. Se relegó este aspecto a una simple “entrega a la comisión” de la Asamblea Nacional que naturalmente engavetará aquello.
Y sumando indignación está el hecho de que aprobaran el pago de los intereses de los Bonos PDVSA 2020, en franca incoherencia con la ilegalidad que la propia Asamblea Nacional había declarado en 2017 hacia dichos instrumentos . Este hecho, que es una grosera incoherencia de accionar y de prioridades hacia el país, abre toda clase de suspicacias, ya que es perfectamente probable que dicha autorización permita el “pago de favores recibidos” mediante terceros o testaferros a no pocos personajes cuya ambigua actuación en estos tiempos es evidente.
Zambrano recibió trato a la altura de La Castañuela
Mientras se hizo pública y notoria la detención del diputado Edgar Zambrano ayer, muchas personas en las redes sociales no ocultaron su sarcasmo y castigo hacia lo que sin duda quedó como conducta indolente de Zambrano, cuando el 08 de marzo, estando el país entero a oscuras por el primer mega apagón general que duró días, el personaje fue visto en el Restaurant “La Castañuela”, ubicado en Las Mercedes, Caracas, degustando paella y bebiendo whisky, en momentos en los que morían venezolanos en centros asistenciales por el mega apagón, y la incertidumbre era terrible, a la vez que ocurrían hechos de vandalismo en el interior del país.
Fuentes militares han dejado correr la opinión de que “Secuestrar a Zambrano (Vicepresidente AN y ficha de Ramos Allup) es una jugada magistral. Demuestran que Guaidó con la popularidad en picada y hablando pendejadas no podrá hacer nada aunque se RADICALICEN al extremo. A corto plazo USA no hará nada.” Y en esta visión podemos observar el accionar represivo y provocativo de la narcodictadura, que debe calcular este tipo de cosas con cierta base para hacerlo como en efecto lo hace.
Guaidó necesita que Maduro “se radicalice” para considerar si “pide ayuda” militar o no.
Durante una entrevista televisada con el periodista Fernando Del Rincón en su programa de la cadena CNN, , éste le pregunta a Guaidó textualmente. “cuándo es que es necesaria la intervención militar en Venezuela? Y según tu perspectiva, ¿cuándo es que sería necesaria una intervención militar, es decir, activar el 187, numeral 11, llamar a Bolton, llamar a una coalición, cuando es? ¿qué más tiene que pasar para que desde tu perspectiva se dieran las cosas?”
El presidente (e) de la República – según el texto constitucional, claro está – vaciló por momentos, y sólo expresó que se necesitaría que Maduro se radicalizara para entonces considerar esa posibilidad de solicitar intervención militar.
Así mismo dejó entender que la articulación de alianzas para un escenario de intervención militar en Venezuela no serían posibles por según él, no estar dispuestos dichos aliados para apoyar militarmente.
Sin embargo hoy el Almirante Craig Faller – Almirante de cuatro estrellas -, Jefe del Comando Sur de los EEUU, expresó enfáticamente en la cuenta oficial de Twitter de dicho comando que “Cuando me invite @jguaido y el gobierno legítimo de #VENEZUELA, vamos hablar sobre nuestro apoyo a aquellos líderes de la @ArmadaFANB que tomen la decisión correcta, que respeten a los Venezolanos primero, y se restaure el orden constitucional. Estamos listos! #EstamosUnidosVE”.
Cabe destacar que el tweet original, en inglés, se encuentra “fijado” en el perfil oficial de la cuenta de Twitter del Comando Sur.
Es claro que la falta de iniciativa de Guaidó queda en evidencia, y muchas preguntas quedan en el aire.
Lo que ocurre y lo que vendrá
Ante los hechos de ayer con la detención del diputado Zambrano, Guaidó ha salido con algo que a muchos ha enojado, y no es más que “otra marcha-concentración” para el sábado a las 10:00 am. De nuevo una actividad inocua, sin sentido de urgencia y carente de sentido estratégico, que puede servir como pretexto para mayores desmanes por parte de la narcodictadura chavista contra la población desarmada.
Mucho se está criticando y con gran razón, este tipo de convocatorias. Varias voces se han pronunciado al respecto señalando palabras más, palabras menos, que una convocatoria de ese tipo, a estas alturas y vista las circunstancias, no es un recurso eficaz ni viable, a menos que el objetivo sea permanecer en las calles indefinidamente y sin descanso, hasta que se desmorone el narcorégimen. Así mismo muchos concuerdan en que para que eso suceda es vital contar con el apoyo militar previo. En caso contrario, la calle planteada como una sóla y muy limitada actividad solo servirá de un recuerdo de tragedia, derrota y frustración, con el impacto moral que ello significa.
La radicalización del narcorégimen ha sido constante, comenzando por violentar la Constitución al formar una asamblea constituyente nula, y sin contar los asesinatos en 2014, 2017 y lo que va de año, aunado a más de mil presos políticos actualmente, y miles de violaciones, torturas y el éxodo de más de cuatro millones de personas y contando, una hiperinflación brutal, y la destrucción del sistema eléctrico nacional. Todo hasta la presente fecha, con diputados presos además. Si eso no es radicalización, no comprenderemos nunca qué hay en la cabeza de Guaidó.
Mientras tanto los cortes de electricidad siguen azotando a una inmensa parte del país, con duraciones y frecuencias inesperadas y prolongadas, afectando a diario de manera radical la calidad de vida de millones de venezolanos que no pueden desenvolverse sin electricidad. Y también siguen muchas calamidades más a las que urge intervenir desde la erradicación absoluta de la madre de todas su causas, léase, el narcorégimen chavista.
Guaidó tiene el apoyo internacional como nunca antes, así como las condiciones y la legitimidad para hacer lo correcto, que es solicitar la ayuda militar extranjera para erradicar a los usurpadores que se aferran al poder tiranizando todo un país, contribuyendo a la inestabilidad regional en este lado del mundo. No hay excusas para más ambigüedades ni demoras.
“Llamarse jefe para no serlo, es el colmo de la miseria.” Simón Bolívar