Guaidó en caída libre
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Guaidó en caída libre

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ETQQ/ 19 Dic. 2019.- A casi un año después de tanto tema, Maduro, más astuto y resistente de lo que muchos calculaban, todavía está cómodamente instalado en Miraflores, y Guaidó va en caída libre.

Guaidó en caída libre

Los venezolanos ya no creen en Guaidó. Y es algo producto de sus propias acciones y omisiones, sin mayor “saboteo” del narcorégimen chavista que pese a ello, observa como la “oposición” que se hizo a la medida se desmorona.

La credibilidad no sólo mermó hacia Guaidó, mermó también hacia toda la oposición, y  hacia la administración Trump que resultó en una guerra de palabras y amenazas vacías, de la mano de sanciones que han afectado más a los ciudadanos que al propio régimen de Maduro.

Que Maduro siga en Miraflores en ningún caso supone que cuente con apoyo o aceptación popular. De hecho el rechazo hacia él y lo que representa es enorme, sin embargo ahora en la Venezuela de los dos “presidentes”, ambos atraviesan el rechazo general.

El régimen se siente

El resquebrajamiento de la oposición a la medida del régimen es un punto de focal preocupación para el régimen de Maduro. El despliegue  de  sobornos, intimidación y persecución se ha activado.

En movimientos que apenas han movido alguna que otra opinión en la mayoría de la ciudadanía, el régimen de Maduro  vuelve sobre las andanzas de persecución a diputados de la Asamblea Nacional bajo acusación de golpe de estado, y anunció órdenes de arresto contra cuatro de ellos.

Por su parte Guaidó se enfrenta a más revelaciones de corrupción y expresiones de desconocimiento contra él desde lo que se suponía eran sus propias filas, terminando de acelerar una destrucción adelantada de la farsa unitaria.

El narcorégimen huye hacia adelante nuevamente, asegurándose de que por la fuerza, el soborno y la complacencia a su boliologarquía de ladrones y lavadores  de dinero se genere una burbuja de aparente crecimiento económico, y “atornillamiento” en el poder indefinidamente.

Esto en un país deshecho y con profundas desigualdades de supervivencia,  no es más que una bomba de tiempo cuyo estallido será de proporciones insospechadas.

Trump: pura retórica

Las amenazas una vez constantes de la fuerza estadounidense para derrocar a Maduro, la retórica que dividió a la tambaleante coalición de Guaidó entre “radicales” y los “dialogantes”, se han evaporado.

La administración Trump está sopesando nuevos pasos, “sin botas en el suelo”, que podrían forzar aún más la “armonía” de estas últimas semanas.

Se espera para días posteriores a navidad que ocurran nuevos pronunciamientos y más sanciones hacia el esquema de operatividad del régimen de Maduro.

Sin embargo esto no tocará la estabilidad de dicho régimen que ha demostrado capacidad suficiente de permanencia.

Rumores serios de un posible bloqueo naval de petróleo hacia Cuba, principal soporte de Maduro, sin embargo aun falta tela por cortar.

A Guaidó no lo tocan pese a todo

El régimen de Maduro sabe todo sobre Guaidó, pero hasta ahora no se ha arriesgado a su detención, y sopesa la reacción internacional.

Sin embargo, a medida que la popularidad de Guaidó  cae, el episodio represor necesario en la agenda del régimen se hace más evidente y audaz.

Promesas incumplidas, credibilidad destruída

Ya finalizando  el año, ha quedado claro que Guaidó no cumplió nada de lo que  tanto prometió como un mantra de tres partes.

Sus aliados estadounidenses subestimaron claramente  a Maduro. Las fuerzas armadas, cuyas cúpulas disfrutan cómodamente de negocios lucrativos bajo las condiciones actuales, aún respaldan a Maduro y no dan señales de lo contrario.

La jugada que podría terminar de sepultar a Guaidó es que se verifique una pretendida reelección de éste al frente de la Asamblea Nacional el próximo 05 de enero, y por lo tanto, al frente de esa “presidencia interina”.

Tal  reelección que es inconstitucional, volcará sobre Guaidó el rechazo casi unánime de la ciudadanía.

Esa misma ciudadanía está hastiada de palabras, show, marchas e incoherencias, mientras el régimen de Maduro permanece intacto.

Así las cosas, sigue Guaidó en caída libre.

 


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