EEUU tiene restos de ovnis, según admitieron bajo juramento tres testigos ante el Congreso. Esta histórica y oficial aseveración ocurre en el marco de una sesión convocada para abordar de manera precisa el tema, y exigir al gobierno estadounidense claridad sobre el mismo.
Tres exmilitares aseguran que el gobierno oculta información sobre objetos voladores no identificados y vida extraterrestre.
El Congreso de Estados Unidos celebró este miércoles una audiencia histórica sobre los fenómenos aéreos no identificados (UAP, por sus siglas en inglés), también conocidos como ovnis.
Tres exmilitares que han tenido encuentros con estos objetos testificaron bajo juramento que el gobierno estadounidense tiene en su poder restos de naves y restos biológicos no humanos, y que oculta información sobre la existencia de vida inteligente fuera de la Tierra.
El testimonio más impactante ha sido el del mayor retirado David Grusch, ex oficial de inteligencia de la Fuerza Aérea, quien ha afirmado que el Pentágono tiene un programa secreto de hace décadas que recupera y realiza ingeniería inversa de ovnis estrellados.
Grusch ha dicho que se le negó el acceso a este programa cuando trabajaba en la Oficina Nacional de Reconocimiento, la agencia que opera los satélites espía del país.
“Me informaron en el curso de mis deberes oficiales de un programa de ingeniería inversa y recuperación de UAPs fallidas de varias décadas al que se me negó el acceso”, declaró. Grusch añadió que el jefe de un grupo de trabajo del gobierno sobre UAPs le pidió en 2019 identificar todos los programas altamente clasificados relacionados con la misión del grupo de trabajo.
Grusch también afirmó que el gobierno estadounidense probablemente está al tanto de la actividad “no humana” desde la década de 1930. “Creo que hay evidencia suficiente para sugerir que hay una presencia no humana involucrada en algunos de estos UAPs”, dijo. Grusch indicó que algunos de los objetos observados tienen características físicas y capacidades aerodinámicas que desafían las leyes de la física y superan a cualquier tecnología humana conocida.
El Pentágono ha negado las afirmaciones de Grusch como era de suponerse. En un comunicado, la portavoz del Departamento de Defensa, Sue Gough, dijo que los investigadores no han descubierto “ninguna información verificable para corroborar las afirmaciones de que haya existido en el pasado o exista actualmente algún programa relacionado con la posesión o la ingeniería inversa de materiales extraterrestres”. La declaración no abordó los ovnis que no se sospecha que sean objetos extraterrestres.
Los otros dos testigos fueron David Fravor y Ryan Graves, ambos ex pilotos de la Marina, quienes han relatado sus experiencias con UAPs durante sus misiones aéreas. Fravor relató cómo en 2004 persiguió un objeto con forma de Tic Tac que se movía erráticamente sobre el océano Pacífico frente a la costa de California. Graves ha narrado cómo en 2014 vio un cubo negro dentro de una esfera transparente que se acercó a su avión cerca de Virginia Beach.
“Estos encuentros se volvieron tan frecuentes que la tripulación aérea discutía el riesgo de UAP como parte de sus informes regulares previos al vuelo”, dijo Graves.
Ambos coincidieron en denunciar que los pilotos comerciales y militares sufren “represalias” por compartir sus avistamientos con sus superiores o con el público. Según ellos, existe un estigma social y profesional que impide una adecuada recopilación y análisis de los datos sobre los UAPs. Han pedido al Congreso y al Pentágono que acaben con el secretismo y la desinformación sobre el tema y que establezcan un protocolo claro para reportar e investigar estos fenómenos.
La audiencia, presidida por el demócrata Stephen Lynch, fue la primera de una serie que tiene como objetivo forzar al gobierno a difundir la información clasificada que tiene sobre los UAPs. Los legisladores de ambos partidos han mostrado su interés y preocupación por el tema, tanto por su posible origen extraterrestre como por su potencial amenaza a la seguridad nacional.
El republicano Tim Burchett dijo que quiere “descubrir la tapadera” y ha cuestionado si el gobierno está ocultando la verdad sobre los ovnis por miedo a las consecuencias religiosas, políticas o sociales.
Por su parte el demócrata Jamie Raskin expresó su escepticismo sobre la hipótesis alienígena y ha sugerido que los UAPs podrían ser drones o aviones espía de países rivales como China o Rusia. El republicano Glenn Grothman ha afirmó que el objetivo de las audiencias es acabar “las salvajes especulaciones sobre la naturaleza de los UAPs, que no benefician a nadie, a base de hechos”.
La audiencia se produce después de que el pasado junio el gobierno publicara un informe preliminar sobre los UAPs, en el que reconoció que de 144 casos analizados desde 2004, solo uno tenía una explicación convencional y que el resto seguía siendo un misterio. El informe no descartó ni confirmó la posibilidad de que algunos UAPs fueran de origen extraterrestre, pero sí admitió que algunos tenían “características de vuelo o capacidades inusuales” que requerían una mayor investigación.
Se puede decir que hay una tendencia global a tomar más en serio los ovnis y a buscar una mayor cooperación internacional para entenderlos y enfrentarlos. Sin embargo, también hay muchos obstáculos y desafíos, como el secretismo, el estigma, la desinformación y la posible amenaza a la seguridad nacional que representan estos objetos voladores no identificados.
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